“Mi mejor recuerdo aquí es la batalla con Capirossi”

Poco importan los resultados previos cuando el Mundial desembarca en Mugello, porque aquí el protagonista, como mínimo el jueves, siempre es Valentino Rossi. Ha vencido nueve veces en casa y tiene claro cuál es el mejor recuerdo que guarda de esta preciosa y técnica pista: “La carrera de 2006, porque fue una gran batalla con Loris Capirossi. Yo iba con Yamaha y Michelin mientras que él con Ducati y Bridgestone... y al final de cada vuelta nuestro nivel era exactamente el mismo. Cuando empezamos la última vuelta, íbamos con 0.000 entre nosotros y es la única vez en toda mi carrera en la que no recuerdo la última vuelta, pero entendí al cruzar la meta que había ganado. Es mi mejor recuerdo aquí”.

Ahora le toca vivir un presente que no es tan halagüeño como imaginaba cuando anunció que regresaría a Yamaha. “Tras la primera carrera hemos sufrido mucho, más de lo esperado”, reconoce a la vez que desea que la magia de Mugello se ponga una vez más de su parte: “Este fin de semana es especial. La atmósfera del domingo, con todo el público alrededor de la pista, es muy grande. Éste es el GP de Italia desde hace muchos años y sentí lo especial que era desde mi primera vez, en 1996, y necesitamos poner un plus de motivación en esta pista”.

Él es el primero que conoce su situación y la describe tal cual es: “Es bastante difícil subir al podio aquí. Los españoles van más rápido que yo y Crutchlow también lo ha hecho alguna vez. Necesitaré hacer algo más para llegar delante, pero aquí lo debo hacer, porque esto es Mugello, una pista que me gusta mucho y conozco muy bien. Esta carrera vale más que otras y será importante hacer un buen resultado”.

El público italiano confía en que así sea y la mayor muestra de ello es que se espera un llenazo para el domingo como hacía tiempo que no se daba. “Estoy contento de que se hayan vendido más entradas y eso es porque la gente confía en que con la Yamaha pueda estar delante. Es una responsabilidad”, reconoce Valentino a la vez que se obliga a “hacer algo más porque esto es Mugello”. También deberían ayudarle sus rituales de siempre, por pura diversión, como el esperado estreno de diseño de casco de cada sábado en este escenario. No suelta prenda sobre cómo será. Advierte que “es difícil decir si es mejor que el de la cara, pero es divertido”.

Lo que no le divierte tanto es que se le pregunte si el nivel de MotoGP ha subido respecto al de años anteriores, algo que usan sus detractores para restar brillo a su leyenda: “No es correcto hablar de otro nivel. Es diferente. Los pilotos jóvenes son más fuertes, seguro, pero eso es lo que pasa cada vez que sale un nuevo modelo de coche. El nuevo es mejor que el anterior. Ahora se pilota de manera muy diferente y hay que hacer algunos cambios que son difíciles para los pilotos de la vieja escuela”.

El principal lo tiene claro: “Hay que dar el cien por cien en cada salida a pista e incluso más si quieres estar delante desde la primera vuelta. Es un trabajo duro, pero es duro para todos y lo vamos a intentar”. Pues manos a la obra.