Ya está en Alemania, que era el final de su apasionante viaje. ¿Se lo cree? Sí, se me ha hecho corto, pero intenso. Todo empezó en el Jarama, con aquella prueba con mucha gente y pilotos de mucho palmarés. No se podía fallar, sólo se podía dar la vuelta, y afortunadamente se pasó el corte. Y luego la prueba de París, donde estábamos cinco pilotos españoles. Y también salió bien.Por salir bien, salieron hasta las carreras previas obligatorias para las 24 Horas. En el VLN Endurance Championship fuimos primeros y segundos de nuestra categoría (SP2), con un coche inferior al que vamos a llevar. Tendremos un cambio de piloto: el alemán Dominik Peitz sufrió un accidente y le relevará su compatriota Stephan Epp.¿Cuándo ha llegado? El miércoles. Tuvimos un curso técnico para conocer las curvas, dimos seis vueltas al circuito con monitores. Luego hubo 'briefings' para conocer a los mecánicos, a los jefes del proyecto de Peugeot, en total unas 55 personas.¿Qué es lo mejor de la cita de Nurburgring? Toda la gente que se da cita, dicen que es la competición con más público del mundo, 250.000 al día. El miércoles dimos una vuelta en autobús, en plan turistas, y ya había mucha gente acampada, haciendo hogueras. Me cuentan que es impresionante lo que pasa la noche del domingo al lunes: no hay farolas en el circuito y los aficionados hacen hogueras con los muebles estos días montan una especie de campamento.Unas Fallas en Alemania... Algo así. Me habían adelantado el ambiente extraordinario que se vive, pero hasta que no llegas no te lo crees.¿Qué me dice del famoso circuito? Es el más largo del mundo y te exige al máximo. Hay muchas curvas que a simple vista son parecidas, pero que no lo son. Es estrecho, con baches. No puedes perder la concentración ni un segundo.