Laia Sanz aparca la moto y se sube a la pasarela Gaudí

Nerviosa, mucho más nerviosa que en sus 12 títulos de campeona del mundo de trial, o que en el de enduro, también que en las tres ediciones del Dakar que le han hecho de talento y roca. Laia Sanz estaba “como un flan”, dicen quienes han compartido con ella la experiencia de desfilar en la Pasarela Gaudí. Y con un vestido de novia... como para no estar hecha un flan. “Ha sido una experiencia increíble, inolvidable y distinta a todo lo que había hecho antes. He pasado muchos nervios, sobre todo al principio. Me he sentido intimidada ante tanto público y junto a modelos tan altas. Lo mío es pilotar, me encuentro más cómoda sobre la moto pasando dunas que desfilando en la pasarela”, reconocía la piloto de KH-7.

“Un poco de chapa y pintura antes del desfile de la #Pasarela Gaudí Uff!!! Qué nervios!!!”, colgaba la de Corbera de Llobregat en su Twitter minutos antes de que sus piernas temblaran. “El vestido me enamoró en cuanto lo vi por primera vez. Jordi Dalmau ha acertado en el diseño y estoy encantada de haberlo llevado. ¿Boda a la vista? No, de momento, no, aunque seguro que algún día me llegará la hora. De momento prefiero centrarme en competir”, afirmaba Laia en la Fira de Barcelona.

Ya más relajada, con su sonrisa de siempre, la que tampoco le abandonó por más que los nervios se colaran por las botas de piloto que le dieron un toque kitsch al modelo de Jordi Dalmau. El diseñador sólo tenía palabras de elogio para Sanz: “Parece como si lo hubiera hecho toda la vida. La hemos sacado de su mundo, que son las motos y, a pesar de su timidez, ha tenido el valor de salir a desfilar”. Minutos después, Laia volvía a ‘su’ mundo: salió a la carrera hacia Almería, donde este fin de semana disputa el Enduro de Antas, puntuable para el Nacional. Eso sí que es una novia a la fuga...