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FÓRMULA 1

Crecen las protestas en Bahrain a una semana del gran premio

La policía ha disuelto en los últimos días varias manifestaciones que rechazan la celebración de la carrera en el país del Golfo Pérsico.

Cartel protestando por la celebración del GP de Bahrain.
MAZEN MAHDIEFE

"La venta de entradas está por encima de la del año pasado. Esto es grande y pone al Reino de Bahrain en el mapa del mundo", afirma el jeque Salman bin Isa Al Jalifa, príncipe heredero y comandante supremo del ejército del pequeño país del Golfo Pérsico. Las clases poderosas esperan con ganas el gran premio de Fórmula 1 que se disputará el 21 de abril, pero parte de la población, cifrada en algo más de 1.300.000 personas, no está de acuerdo y se respira mucha tensión a escasos diez días de la celebración de la prueba.

En 2011 ya se tuvo que suspender el gran premio y ayer las fuerzas de seguridad bareiníes se enfrentaron, con gases lacrimógenos, a los manifestantes que protestaban contra la celebración de la prueba, pocas horas después de que Human Rights Watch (HRW) denunciara que las autoridades están llevando a cabo arrestos arbitrarios de activistas de la oposición. Los manifestantes pidieron la liberación de los prisioneros políticos y quemaron entradas para la carrera de F-1 en señal de rechazo.

La propia HRW asegura que grupos de policías de paisano enmascarados han practicado redadas nocturnas en localidades cercanas al circuito, sin que las autoridades hayan emitido órdenes de registro o arresto, (se habla de 21 detenidos) como estipula la ley. El año pasado decenas de miles de personas se manifestaron para exigir reformas políticas y expresar su oposición a la disputa de la prueba, en unas protestas que también fueron reprimidas, y finalmente sí se disputó la carrera que ganó Sebastian Vettel.

Bahrain paga aproximadamente 40 millones de dólares (30 de euros) anuales por la disputa del gran premio y la situación de tensión también afecta a los patrocinadores y muchos de ellos prefieren centrarse en la cita de Abu Dhabi. Como ejemplo, y aunque niegan que sea por una cuestión política sino comercial, dos patrocinadores de McLaren cambiarán sus planes en el circuito de Sakhir: Diageo, propietario de la marca de whisky Johnnie Walker no estará debido, según han anunciado, a la sensibilidad local respecto al alcohol, y Vodafone, que en la cita de Bahrain no lucirá su logo en coches y uniformes de pilotos sino los de Zain, su socio en Oriente Próximo.

No serán los únicos casos: la petrolera Shell, que patrocina a Ferrari, enviará a sólo tres analistas técnicos para dar soporte sobre combustible y lubricantes, y el banco suizo UBS, patrocinador mundial de la Fórmula 1, no llevará a clientes y concentrará su hospitalidad en la cita de Abu Dhabi.