Melero: "Para nada somos unos locos, más bien lo contrario"

Dany Torres es la gran estrella actual del freestyle en España, pero el sevillano no está solo. Maikel Melero (25 años y nacido en Albacete) está aprendiendo muy deprisa de su amigo y pronto empezará a ser habitual en los podios. Melero llegó a primera cita del año en México con ganas de hacerlo muy bien y pese a quedar eliminado en cuartos de final frente al neozelandés Sherwood reconoce que es uno de sus sitios predilectos, junto a la cita de Madrid: “Para mí es un orgullo saltar y competir en México. Me pasa lo mismo que con el evento de Las Ventas, ambos los veía desde pequeño por la tele y poder estar en la plaza de toros del mundo que más aficionados tiene en sus gradas es ya un sueño cumplido. Hay tantísima gente en un espacio tan reducido que sientes muy de cerca el calor del público y eso en otros lados no es lo mismo”.

Melero no se marca objetivos arriesgados y su principal meta es avanzar poco a poco, pero siempre hacia adelante: “En todos los eventos del año espero hacerlo lo mejor posible. Para ello seguiré entrenándome muy duro aprovechando que ya empieza la primavera en España y el objetivo es mejorar el octavo puesto final del pasado año”.

Inevitable es hablar con él del trágico suceso del rider japonés Sato: “Ha sido un golpe durísimo. En momentos así nos damos cuenta del riesgo que corremos, pero al estar tan reciente es mejor no pensarlo mucho. Hay que ponerse el casco y centrarse en la competición intentando olvidarlo, aún está muy reciente. Siempre estará el recuerdo en nuestro memoria”. Eso sí, puntualiza que son riesgos de su deporte que no tienen nada que ver con traspasar límites: “Para nada somos unos locos, más bien todo lo contrario, si lo estuviéramos es cuando te puedes hacer mucho daño de verdad en este deporte. Hay que estar muy centrado y con la cabeza muy en su sitio para ser piloto de freestyle”,

Por último, el albaceteño cuenta cómo le empezó a picar el gusanillo con el freestyle: “Cuando corría motocross y supercross lo que más me gustaba era llegar a los saltos. Los entrenaba muchísimo ya que me encantaba sentir esa sensación de volar y por eso cuando Dany me invitó a probarlo no lo dudé y desde ese momento se convirtió en mi vida”.