Carlos Checa inicia su asalto al campeonato desde el hospital

Eran las 12:20 horas en Phillip Island, apenas el ecuador de la primera de las dos carreras con las que arrancaba el Mundial. Las Aprilia de Eugene Laverty y Sylvain Guintoli dominaban y, de repente, Carlos Checa rodaba por el asfalto tras chocar con Marco Melandri. Fue en una apurada de frenada: la rueda trasera de la Ducati se levantó y el de Sant Fruitós fue incapaz de evitar el impacto con la BMW del italiano, que gestionaba ya la curva.

Fue una caída fea. De inmediato, el miedo en el cuerpo. Duró horas. Carlos fue trasladado a un hospital de Melbourne, después respiramos tranquilos: el TAC no revelaba lesiones, aunque el piloto debía permanecer 24 horas en observación.

Tras chocar con Melandri, Carlos quedó tendido sobre el césped. Inmóvil. Nada más ponerse en pie, el italiano corrió hacia él para interesarse por su estado. Minutos después recuperó la consciencia y la movilidad, dijo el doctor Massimo Corbascio, responsable de la Clinica Mobile, en los micrófonos de 'Italia 1'.

Fue el enésimo revés para Carlos en Phillip Island. Hace una semana se perdió el test por un bloqueo intestinal que le llevó al hospital. Tras el test de lunes y martes, en los libres sufrió una espectacular caída saldada con molestias en el hombro izquierdo y la pierna derecha. Y ayer... Ayer no acabó la primera carrera y se perdió la segunda. En ellas, Aprilia impuso su ley con Guintoli y Laverty. Dos de los rivales que aguardan a Checa en MotorLand, donde el 14 de abril se reanuda el Mundial. Tiempo suficiente para recargar baterías.