Toro Rosso presenta el coche de la empresa española Cepsa

Mientras la periodista Nira Juanco traducía a Pedro Miró, máximo representante de Cepsa ayer en Jerez, dos tipos venían corriendo por la recta del trazado cuchicheando. Al llegar a la altura donde estaban descubriendo el nuevo Toro Rosso, Button y su fisioterapeuta Mike Collier, asomaron la cabeza. Los chicos que entonan la cara B del Red Bull no deben ser rivales para su McLaren. No deberían. Pero...

Tampoco el año pasado nadie pensaba que los Sauber iban a estar en algunas carreras en los podios e incluso en la lucha por las victorias. ¿Y a qué viene Sauber en esta crónica? La clave es Key, James Key. El ingeniero británico que ideó el coche con el que Sergio Pérez deslumbró la pasada temporada es ahora el máximo responsable del área técnica de Toro Rosso. Y, al igual que en Ferrari confían en Alonso o en Mercedes en Hamilton, en Red Bull esperan el máximo de Newey como en Toro Rosso de Key.

Así son las cosas. Y así lo reflejó Franz Tost, el jefe del equipo: "Estamos muy ilusionados porque éste es el primer coche que Key diseña para nosotros, creo que hemos dado un salto adelante y nuestro objetivo es convertirnos en el sexto equipo de la parrilla". Puede ser que este año Toro Rosso esté ahí, en la lucha con Force India, Sauber, Williams, liderando esa clase media de un deporte de élite como la F-1.

No será fácil, pero para lograrlo cuentan con la ayuda de una empresa española por segundo año consecutivo. Cepsa fue el patrocinador protagonista y es que Red Bull aparte, estamos ante el partner más importante del equipo. El coche estaba tapado por una sábana roja con las siglas de la petrolera y cuando Daniel Ricciardo y Jean-Eric Vergne, sus pilotos, descubrieron el monoplaza vimos la ausencia de morro de pato y un coche más afilado y de pontones reducidos, como es norma. Veremos donde está la sorpresa de Key...