Juncadella dos horas de ensueño con Ferrari

Bastaba ver los signos de admiración en su Twitter para darse cuenta de lo bien que se lo pasó ayer Dani Juncadella. Dos palabras marcaban su día grande: Vallelunga y Ferrari. Fue allí, en el circuito romano, donde el piloto español disfrutó del premio por haber conquistado el FIA F3 Trophy. Ni siquiera la niebla con que amaneció alteró los planes previstos. Dani estuvo al volante del F60 de 2009 durante dos horas, en seis tandas de ocho vueltas cada una. Y terminó muy satisfecho, más que eso: "Ha sido una experiencia increíble, debutar en la Fórmula 1 y con Ferrari es algo más que un sueño hecho realidad".

En el menú, compuestos para todos los gustos: unas primeras vueltas con los Pirelli PZero blandos, luego con los medios y un tramo final del test con blandos nuevos, con los que firmó su mejor tiempo: 1:18.560. Más allá del crono, lo que verdaderamente importa en ese tipo de ensayos es la capacidad del debutante para leer el coche, los neumáticos, la pista... En definitiva, su talla de piloto. Eso que se llama feedback, la capacidad para transmitir a los ingenieros qué hay que mejorar en el coche y qué no hay que tocar. Y eso que trataron de jugar al ratón y al gato con Dani. "Me han puesto a prueba con el 'set up' del coche. Hemos probado cosas a ciegas para notar las sensaciones, de esa manera los ingenieros han podido comprobar mis conocimientos en la preparación de la puesta a punto. En este aspecto he notado que se han quedado muy satisfechos del trabajo, para mí ha sido lo más importante", declaró el piloto de HWA Mercedes. Incluso le pusieron un balance de frenos equivocado y ahí, tampoco Juncadella mordió el anzuelo. Corrigió el problema de inmediato para agrado de los ingenieros, que elogiaron el ritmo de Dani con los medios usados.

Tras el test en Vallelunga, los planes de Juncadella viran hacia Asia, ya que entre el 15 y el 18 de noviembre disputará el GP de Macao. Sin un Ferrari en sus manos, pero con el crédito de ser el vigente campeón de la prueba.