Button gana, Vettel, segundo, Alonso abandona

Humo blanco antes de la salida. El coche de Kamui Kobayashi parece averiado, momentos de confusión, pero se apagan los semáforos y los coches comienzan a volar. Button salía primero y ahí siguió hasta el final de la carrera... el resto fue el caos.

Romain Grosjean intenta meterse por donde estaba Lewis Hamilton, se tocan, ambos chocan con Sergio Pérez y casi todos con Fernando Alonso.

Cuatro coches fuera de la carrera. Primer abandono de la temporada para el piloto asturiano que con esos cero puntos no ha podido igualar el récord de grandes premios puntuando que tiene Michael Schumacher con 24 seguidos, Alonso se quedó en 23.

Tras ese instante eterno que condicionó el resto de la carrera, los coches siguieron en la pista, Button ganó, Vettel hizo su remontada del año desde la undécima a la segunda posición y Raikkonen volvió a subirse al podio en la tercera plaza.

Ahora Alonso sigue siendo líder, pero Vettel ya está a 24 puntos del español, tercero es Webber a 32. Después Kimi a 33, Hamilton a 47 y Button a 63. Las cosas se igualan, pero la ventaja del asturiano sigue siendo importante. Y ahora llegan Monza y Singapur, territorio Alonso.

La acción de Grosjean fue temeraria, cambió de trayectoria para irse hacia el interior de la curva, pero ahi estaba Hamilton, el inglés se ha ido a la hierba, bloqueó la rueda delantera derecha y se llevó por delante a Pérez y Alonso. El coche de Lewis impactó contra el lateral del Ferrari y el de Grosjean le pasó por encima. Fernando pasó un momento de extraordinario peligro y tuvo que ser ayudado por los médicos a salir del coche conmocionado. Después terminó de ver la carrera en la caseta de Ferrari. Sin problemas, aturdido, un poco, disgustado, mucho, pero con la mirada puesta en Monza, en los tifossi, en los miles de españoles que viajarán a Italia para verle, en una nueva victoria. Así sea. Fernando ya tiene la mirada de los samurais, esa rabia por dentro de los héroes que sobreviven en el asfalto y pueden volver a ganar.

Y la carrera que vio Fernando fue bonita, con muchos duelos, con adelantamientos espectaculares como el de Raikkonen a Schumacher y con distintos tipos de estrategia. Se rebeló ganadora la de Button y Vettel, una sóla parada, menor degradación de las gomas, coches rápidos en las rectas y no tanto en las curvas, lo mismo que tenía en mente el doble campeón español. Tercero llegó en un rayo amarillo y negro Kimi.

En ningún momento estuvo en duda la victoria de Button, pero hasta después de la segunda parada no estaba claro quien le acompañaría en el podio. La clave para Vettel, además de algunos adelantamientos, fue su constancia en la pista y parar una vez menos. Mientras, Kimi tuvo que adelantar a varios, entre ellos a Schumi y con Hulkenberg, Webber y Massa muy cerca, para acabar tercero. Velocidad pura se llama lo suyo.

Duelo bonito también en las últimas vueltas entre De la Rosa y Kovalainen, el español finalmente claudicó ante un coche mejor, pero dejó muestras de su clase.

Se ajustan las posiciones, llegó lo que siempre llega en cada campeonato, un abandono y ahora Alonso tiene que insistir en mejorar su Ferrari para volver a ganar. Monza y Singapur son la esperanza de una temporada que será difícil, pero si en alguien se puede confiar ese es Alonso. En Monza, más. Y mejor.