La lluvia podría devolver la leyenda a Eau Rouge

Es horizontal, como las burbujas del agua con gas, pero cala, moja como un diluvio. La lluvia sobre Spa-Francorchamps hace que el circuito se convierta en una pista de hielo en la que sólo el talento permite volar. Y es el agua el único recurso que podría devolver la leyenda de la curva de 'Eau Rouge'. Porque desde que los motores V8 están en la F-1 los pilotos pasan a fondo por ahí, por esa rampa con un desnivel del 14% a la que se llega desde un descenso del 6%, después aparece una curva ciega. Impone. Pero estos héroes del asfalto pasan sin problemas a 300 km/h en sexta soportando una enorme 'Fuerza G'.

Antes, con los V10 de más de 900CV pocos llegaban acelerando al límite. En 2005, sólo Alonso, Schumacher y Raikkonen. Ahora, con coches de 750CV y mucha más aerodinámica lo hacen todos, se llega con más tracción a la curva y es más fácil, el coche va pegado al suelo. Pero si llueve todo puede cambiar.

Ayer, Clos explicaba que Spa con agua "acojona y mucho". Mientras, Webber, sancionado con cinco plazas para mañana por cambiar la caja de cambios, muestra su adoración por la famosa curva: "Animaría a verlo en directo una vez en la vida. Es alucinante. Sientes que el coche de F-1 es parte del circuito". Bajo ese tramo hay un arroyo que en los imposibles días de sol en Las Ardenas lleva el agua roja. Dicen que es porque el fondo tiene piedras de hierro y cobre, aunque la leyenda habla de los ciervos que murieron a manos de los cazadores. Leyendas, agua...