Se abre ahora un proceso que suele ser largo y complejo

La decisión de Sito Pons de apelar el fallo de los Comisarios de Carrera ante la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), que precisamente los nombra, abre ahora un proceso inédito en estas circunstancias en el Mundial de velocidad. El equipo de Pol Espargaró debe enviar a la sede de la FIM en Ginebra la documentación que considere oportuna para que su Corte Disciplinaria Internacional (CDI) la estudie convenientemente.

A partir de ese momento, el CDI tomará declaración a los implicados que crea necesario, para lo que puede hacerlos acudir a testificar personalmente a su sede en Suiza o elegir la comunicación telefónica para resolver el trámite. Con toda la información en su poder, el CDI emitirá un veredicto al respecto, no existiendo un plazo establecido para ello, aunque fuentes federativas aseguraban ayer que puede requerir un mínimo de un mes hasta un máximo de tres.

El CDI suele estar compuesto por tres abogados, sin conocimientos específicos en el mundo de la competición, que deciden si la interpretación de la norma por los comisarios ha sido la adecuada. Por tanto, las incertidumbres en este proceso son muchas.