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Automovilismo | 500 kilómetros de Alcañiz

"Viendo lo que me saca, mi confianza está justificada"

Carlos Sainz compartió un Seat León con su hijo y 'sufrió' el tremendo talento de Carlos Jr. que le sacó "casi dos segundos por vuelta". Acabaron cuartos y segundos de su categoría pese a sufrir dos pinchazos.

<b>UN TÁNDEM DE ÉXITO. </b>Carlos Sr. y Carlos Jr. compartieron un Seat León en MotorLand y disfrutaron con la primera experiencia juntos al volante de un coche.

Cambio de piloto en el Seat León dorsal 11. Se baja Carlos Sainz y es sustituido por Carlos Sainz'. Los 500 Kilómetros de Alcañiz, disputados ayer en MotorLand, no sólo fueron un gran éxito de participación con 39 coches y casi cien pilotos, sino que además, la fiesta que clausura el calendario anual del trazado aragonés, vio la primera participación de los Sainz, padre e hijo, compartiendo coche.

Los madrileños no lograron el principal propósito que pasa por sus cabezas cuando se ponen al volante en una carrera, la victoria, pero sí cumplieron otros: "El objetivo de pasarlo bien está cumplido y la experiencia de formar equipo con mi hijo ha sido muy bonito", afirmaba Sainz Sr. a AS para añadir: "Si repetimos lo prepararemos mejor porque este año ha sido todo deprisa y corriendo y ni hemos probado el coche antes. Además, yo no conocía como piloto este circuito". Padre e hijo fueron cuartos totales en una carrera en la que ganaron Oliver Campos-Hull y el griego Kosta Kanaroglou, y fueron segundos en su categoría, D2, a espaldas de los hermanos Oriola, Pepe y Jordi, grandes promesas de nuestro automovilismo a sus 17 y 15 años, que formaban terna con David Cebrián.

Los Sainz lamentaban no haber estado más cerca de los catalanes para luchar por la victoria, pero dos paradas extra en boxes limitaron su resultado, como explicaba el bicampeón de rallys: "Me he dado un golpe con otro coche y he pinchado, y luego he sufrido otro pinchazo yo también. Con dos paradas añadidas ha sido imposible intentar ganar".

Llega el momento de preguntar por los tiempos individuales de cada integrante del equipo. "He sido un pelín más rápido", afirma humilde el Sainz de 17 años. El padre, sincero, reconoce la más dulce de sus derrotas: "Me sacaba casi dos segundos, era el más rápido de todos los pilotos que llevaban un Seat León. Le he visto empezar en los karts, pasar a monoplazas y viendo esto me demuestra que toda la confianza que tengo en él, que es muchísima, está más que justificada".

Los éxitos de Sainz Sr. han catapultado al automovilismo español, pero en casa tiene a un piloto que también llenará, seguro, muchas páginas de éxitos. Mientras disfruta con orgullo como padre, seguro que ya se ha apuntado la fecha para buscar la revancha ya que Carlos hijo quiere volver: "Ojalá repitamos equipo otros años".