Piloto con tradición familiar

Nacido en Barcelona en 1991, Juncadella viene de una estirpe de pilotos. Su padre, Javier, y sus tíos, José María y Luis (Pérez-Sala), conocen este mundo y por eso los consejos siempre llegan desde la experiencia. Con ocho años, Dani disputó una carrera de kárting que ganó, pero no disfrutó. Vio como un amigo recibió un fuerte golpe y eso le marcó. Se asustó y no quiso saber nada de coches. Años después, los chavales que ganaban títulos eran los que él había derrotado ese día. Y eso le hizo pensar. Su familia lo apoyó y con doce años empezó a competir.

Desde entonces, ha ido creciendo en la pista. Sin arrasar nunca, pero demostrando regularidad, capacidad y tranquilidad para no fallar. En 2007 fue segundo en la Master Júnior y ganó la selección mundial de talentos de Red Bull, entrando en su programa. En 2008, saltó a la F-BMW y cumplió siendo cuarto. En 2009 repitió y sólo el brasileño Nasr, segundo ayer en Macao, pudo derrotarle. El pasado año apareció como patrocinador Astaná, además de ser piloto del Circuit, y fichó por Prema para la F-3 Euroseries. Acabó octavo y en 2011 entró en el programa de Mercedes. Ayer volvió a demostrar su fiabilidad y, de paso, tras ser tercero en el FIA F-3 Trophy, igual que en la F-3 Euroseries, ya tiene la Superlicencia de F-1. Gran futuro.