NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Fórmula 1 | Felipe Massa

Pasta, plátanos, fe... y Brasil 08

Allí perdió un título casi suyo

Nacido en Sao Paulo el 25 de abril de 1981, por sus venas corre sangre italiana ya que su abuelo llegó a Brasil desde Cerignola. Muy familiar y con un curioso vínculo con la fe: "Soy religioso, pero a mi manera. No voy a la iglesia a hablar con el padre, prefiero hacerlo directamente con Dios". Inició su historia en la F-1 en 1999 cuando logró un pase para el GP de Brasil repartiendo pasta y plátanos en el box de Benetton. Se plantó ante el cocinero, Felice Guerini, y le dijo: "Volveré a la F-1, recuérdame".

Confiesa que su primer coche de juguete fue rojo, igual que el primer kart con el que debutó a los ocho años y el Ferrari que pilota actualmente. Ocho años en el kárting le llevaron a la F-Chevrolet, donde obtuvo el título en su segundo año. En el 2000 se fue a Europa para competir y ganar la F-Renault italiana y la europea. De ahí pasó a la F-3000 Euroseries, que también venció. Y ahí apareció Peter Sauber. Le ofreció un test y Massa se convirtió en su piloto en 2002. Un mal año le sacó de la parrilla y pasó a ser probador de Ferrari y Bridgestone. En 2004 volvió a Sauber antes de regresar a Ferrari en 2006, ya como piloto oficial. Su mejor año fue 2008, donde era virtual campeón a falta de un par de curvas hasta que Hamilton adelantó a Glock para arrebatarle el título en el GP de Brasil. Esa carrera también fue la última victoria de Massa en F-1 hasta ahora. Un recuerdo amargo del que aún no se ha sobrepuesto deportivamente.

Pese a ser compatriota de Senna, su ídolo era Piquet. La causa: Ayrton le negó un autógrafo cuando era pequeño y eso le marcó: "Cuando eres niño es un sueño ver a los pilotos, estar con ellos. Por eso, nunca digo que no a nadie que está frente a mí". Esta humanidad le acompaña ya que siempre es de los primeros en donar objetos para subastas benéficas.

A sus 30 años disfruta volando en el bimotor Avanti II, "al menos una vez a la semana" y se declara un loco de los jeans, "de los que tengo muchos", los productos de 'Dolce Gabbana', el fútbol, los deportes acuáticos y el talento de Robert de Niro. Y como piloto, destaca a Schumacher: "Es ejemplar y cada momento que estuve a su lado me sentía afortunado. Si me preguntan qué aprendí, digo: cada cosa".