Automovilismo | Intercontinental Le Mans Cup
Ordoñez de la consola a ser campeón mundial
El madrileño de 26 años se hizo profesional gracias a un concurso de la PlayStation y ahora ha ganado el título de LMP2 como oficial de Nissan
Es conocido como el piloto de la PlayStation porque tras ganar el GT Academy, un concurso de Sony con el juego GT5 Prologue de la PS3, Lucas Ordoñez pudo ser piloto profesional. Ahora, el madrileño de 26 años, ha dado un paso más en su historia hollywoodiense y se ha proclamado campeón del Intercontinental Le Mans Cup en LMP2. "Estoy muy contento, hemos logrado el objetivo. Tengo una historia bonita. De un concurso en una consola ya he corrido en Le Mans, soy campeón del mundo y piloto oficial Nissan", afirma Ordoñez para proseguir explicando en qué consiste el certamen: "Son siete pruebas de resistencia en la que se corren cuatro categorías a la vez: LMP1 y LMP2 (prototipos), y GTPro y GTAm (GTs). Yo estoy en LMP2 con un chasis Oreca y motor Nissan V8, de 4,5 litros y 500 CV. En cada carrera hay 55 coches y gestionar el tráfico es una de las claves".
En 2008 cambió su vida, pero Ordoñez ya había sido piloto: "Empecé en 1996 con mi hermano en kárting y fui subcampeón de Madrid, pero mi padre, que fue piloto de rallys, era el patrocinador y el presupuesto no llegaba para competir con los grandes a nivel nacional. En el 2000 corrí la Fórmula Toyota y al año siguiente todo acabó. Era carísimo y algo insoportable para mi familia. Lo dejé para centrarme en mis estudios. Hice empresariales y un máster de especialización... hasta que en 2008 llegó la GT Academy".
Inevitablemente en esos años, Ordoñez perdió su ilusión por ser piloto aunque no el interés: "Trabajé de monitor en escuelas de conducción. Veía las carreras y pensaba: 'Qué envidia, yo nunca podré correr ahí". Y llegó el GT Academy: "Lo vi en una revista y pensé: 'Tengo la Play, voy a intentarlo'. Me compré un volante y me puse a practicar por las noches al volver del Máster. Mi objetivo era superar la criba de la consola y llegar a Silverstone donde podría demostrar mis dotes de conducción". En la final se encontró una sorpresa, igual que la propia organización: "Querían encontrar un piloto virtual y transformarlo en real. Yo fui rápido en la Play frente a 25.000 personas y de 22 finalistas, los siete mejores ya habíamos tenido experiencia en carreras de verdad. Para Nissan fue algo inesperado sobre su idea inicial. Al final éramos pilotos reales que habíamos aprendido a ser virtuales. Ahora si has tenido licencia no puedes participar".
Sobre el futuro, Ordoñez no se ve lejos de la marca nipona: "Nissan hace que yo me suba a los coches y que esté en los campeonatos. Por eso ahora no veo factible pensar en otras cosas. Yo sigo trabajando para seguir mejorando como piloto, que me queda mucho". Y sonríe al pensar el gran final de su increíble historia: "Correr las 24 Horas de Le Mans con Nissan como equipo oficial en LMP1 y luchar contra Audi y Peugeot". ¿Factible? "La regulación está hecha para que en 2014 entren marcas. Nissan es una gran multinacional, pero hay que ver la evolución". Sin duda, la historia merece un final feliz.