Vettel vuela en Monza con 20 km/h menos de punta

Hay quien piensa que estamos en la era de los ingenieros y que los monoplazas de Fórmula 1 sólo necesitan de buenos pilotos. Tampoco es eso porque, entre otras cosas, hay que ser capaz de llevar un coche a casi 350 km/h y regresar vivo al box, pero sí es cierto que esta temporada, quizá más que otras, el dibujo del coche tiene un valor vital. Y con ese Red Bull creado en la mente privilegiada de Adrian Newey voló ayer el magnífico Sebastian Vettel en la pista. Nada fuera de lo común, de no ser porque logró el mejor tiempo en los segundos libres (en los primeros dominó Hamilton) con un coche que era 20 km/h más lento que el más rápido en la recta, el del ruso Petrov, que terminó undécimo, a 1.440 del alemán.

Monza es el circuito con menos curvas del campeonato, once, y contando como varias algunas que en otros trazados son sólo una, es decir, con cinco curvas reales, es el trazado con menos carga aerodinámica del calendario y pese a todo el Red Bull es capaz de sacar dos décimas en apenas una curva al Ferrari de Alonso, quinto ayer con nueve kilómetros hora más de punta que el monoplaza azul.

Es cierto que fue viernes, que muchos probaron cosas y que aún queda bastante por decir en Monza, pero que el campeón del mundo fuera capaz de volar con un coche que tenía una punta muy pobre, en el trazado en el que más importante es la velocidad, es un dato que deja frío el optimismo de los que veían en el calor la solución a los problemas. Hoy la lucha por la pole, Alonso la mira de reojo, pero Hamilton y Vettel son los favoritos. La carrera, quizá, será otra cosa.