Alonso en la pista de los contrastes

Fernando Alonso llega a Monza tercero en la general, pero a 102 puntos de Vettel. Por eso el asturiano reconoce en la web de su equipo que las cosas están complicadas, aunque no se rendirá: "La situación está aún más difícil tras Spa. Tenemos que ser realistas pero nunca nos daremos por vencidos: no lo hicimos en el pasado y no lo haremos ahora".

A pesar de que las opciones de título son mínimas, Alonso encuentra rápidamente incentivos: "Es fácil mantener un alto nivel de motivación porque abordamos cada carrera con la intención de ganar. Ganar un gran premio es en sí mismo especial y algo que todos los pilotos queremos hacer, sin importar la situación del campeonato".

Este fin de semana, el gran circo llega a Monza, circuito que trae muchos recuerdos al bicampeón español: "La primera vez que piloté un F-1 en Monza, en 2001, fue una sensación muy especial ya que nunca había ido a 350 por hora. En 2006 iba líder con Schumacher por detrás, así que llegué a Monza como el máximo rival de Ferrari y los 'tifosi' intentaron, naturalmente, ponerme bajo presión. Salí décimo, tuve un problema de motor y Michael ganó por lo que los aficionados estaban encantados. Fue una experiencia interesante Un año más tarde logré la pole, la vuelta rápida y el triunfo con McLaren. Era mi primer triunfo en esta pista y la grada no acabó muy contenta. En 2010 repetí el resultado, pero la sensación fue muy diferente, ya que esta vez pilotaba para Ferrari. Gocé en el podio al ver a 20.000 personas con las banderas de Ferrari. Fue una imagen difícil de olvidar".