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Fórmula 1 | La intrahistoria

Lluvia, tiendas de campaña y 'Malamadre'

<b>AMIGOS. </b>Luis Tosar y De la Rosa, el fin de semana en Spa.
m. franco

Las gotas golpean la tienda de campaña con la bandera de Francia en lo alto, mientras fuera unos ingleses luchan contra la lluvia para hacer una hoguera. Son las ocho de la noche del sábado y el camping improvisado a las afueras de Spa está lleno. O casi. A la mañana siguiente, decenas de autobuses llegados de toda Europa se agolpan junto a las carpas de mil colores. Sale el sol y los atascos son inmensos en los accesos donde las casitas de muñecas invitan a quedarse a vivir. En el circuito aparece Eau Rouge y Senna rodeado de flores junto a su homenaje belga. Uno más.

Dentro, alguien dice que ha visto a un gran actor español. De pronto aparece por allí. Ahora es Mackie Messer y lleva las patillas del delincuente que enamora a la hija del rey de los mendigos en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, pero Luis Tosar alcanzó su obra maestra interpretando a 'Malamadre', el protagonista de 'Celda 211', película con la que ganó el Goya al mejor actor. "Hombre, pues sí, es verdad que algo se parece", dice el gallego mientras le recuerdan que en la parrilla el puesto de su personaje en la cinta carcelaria lo ocupa Pastor Maldonado. Se ríe Luis, cada vez más, a medida que encuentra el parecido. Tosar es amigo de Pedro de la Rosa desde que se conocieron en un evento y estuvo invitado por el probador de McLaren en Spa.

El artista es un enamorado de la F-1, echa de menos al Alonso de Renault y considera una "tremenda injusticia que De la Rosa no esté en la F-1 porque es un gran piloto". Lo dice con la nobleza de la gente buena, pero al verle en cualquier momento parece que va a mutar y uno piensa que si Pedro de verdad quiere volver a las carreras, no tiene más que decir a Luis que se pase por cualquiera de los equipos, baje la mirada, ponga esa voz que él tiene y cualquiera de los jefes no tendrá más que decir sí con la cabeza mientras tiritan ateridos y no por el frío belga. Así es este genio del cine que estuvo en Spa descubriendo una de sus pasiones. En Spa, donde los pinos susurran historias a los viejos campeones...