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Automovilismo | Rodó con un Lotus Renault en Paul Ricard

María de Villota una española rumbo a la F-1

La madrileña se ha convertido en la primera piloto nacional que se pone al volante de un monoplaza de la categoría reina y el resultado de la prueba reafirma su objetivo de llegar a los grandes premios

<b>EL MOMENTO SOÑADO. </b>María de Villota junto al R29 que le permitió tener su primera y provechosa experiencia con un monoplaza de F-1.
lotus renault

María de Villota es ya la primera española que se ha puesto al volante de un monoplaza de Fórmula 1. Fue el pasado 3 de agosto en el circuito francés de Paul Ricard, utilizando un R29 (el coche de Fernando Alonso en la temporada 2009) que la escudería Lotus Renault mantiene en funcionamiento para los test de Romain Grosjean, uno de sus probadores. Pero más allá de la trascendencia del hito para el deporte femenino nacional, lo importante es que la jornada de trabajo se planteó con vocación de continuidad, no como un simple contacto aislado con la categoría reina.

De hecho, la prueba de María con Lotus Renault estuvo auspiciada por el propio Bernie Ecclestone, que sigue apostando por la presencia de una mujer en los grandes premios. Se gestó en el pasado GP de Europa en Valencia y la escudería ha querido llevarla a cabo lo antes posible para evaluar el potencial de la española.

De Villota llevaba ya tiempo preparándose físicamente para el desafío, incluyendo la contratación de un especialista en el entrenamiento de pilotos de F-1. Antes de viajar a Paul Ricard estuvo en la fábrica de Enstone (Gran Bretaña) para someterse a un exigente examen físico y tomar las medidas para su asiento.

En Paul Ricard trabajó con uno de los ingenieros de Vitaly Petrov y bajo la supervisión del jefe de la escudería, Eric Boullier. Fue capaz de completar el programa previsto de diferentes tandas de hasta diez vueltas, cubriendo los 300 kilómetros (unas 80 vueltas) programados sin incidentes y con registros que no se han hecho públicos pero que el equipo ha calificado como "razonables".

Pero este test no supone alcanzar una meta, sino el inicio de un camino que debería llevar a María a los grandes premios. Sus representantes ya han iniciado las gestiones para conseguir un puesto como probadora que permita a la madrileña adquirir más experiencia en la categoría. Pero el objetivo final es que llegue a la parrilla de salida, en un proyecto a más corto plazo de lo que se pudiera pensar: a sus 31 años, son conscientes de que De Villota no puede dedicar tiempo a las categorías inferiores como trampolín hacia la F-1.