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Fórmula 1 | GP de Gran Bretaña

Alguersuari le gana la apuesta al jefe Marko

Tercera carrera en los puntos para el de Toro Rosso.

<b>GRAN PROGRESIÓN. </b>Jaime remontó desde la parte de atrás de la parrilla hasta la décima posición.
afp

Jaime te hago una apuesta: si mañana puntúas, te pago el doble por los puntos conseguidos; sino lo haces, me regalas una caja de vino español, que es mi preferido". Helmut Marko, a Jaime Alguersuari el sábado. Él estaba seguro de ganar la apuesta: "No te preocupes Helmut, que volveré a puntuar". Y así ha sido. El piloto catalán últimamente vence todas las apuestas, lo hizo en Valencia donde tuvo que bañarse en el puerto y lo ha logrado aquí. Esta vez fue décimo, puntúa por tercera carrera consecutiva y ya está por delante de su compañero de equipo, Sebastian Buemi, en el Mundial.

El español, enfadado.

La cosa va bien. Pero Jaime, que terminó justo por detrás de Michael Schumacher, estaba enfadado al terminar la carrera: "Era más rápido que Heidfeld y Schumacher, en la mayor parte de la vuelta, como fue el caso en Valencia. Pero no pudimos sacar el máximo provecho de esto, ya que luego perdía tiempo al acercarme a ellos en la recta. No estoy seguro de por qué era así, tal vez nos encontramos con una mayor carga aerodinámica que ellos". Y es así, Alguersuari tenía la decimocuarta velocidad máxima, con 299,2 km/h por los 309,5 del Kaiser o los 307,8 de Heidfeld. Esta vez el DRS también le penalizó en carrera.

Después, claro, Jaime volvía a ver el lado positivo de la vida: "Sin embargo, estoy contento por el equipo, al que doy las gracias por hacer un buen trabajo, al volver a estar en los puntos saliendo desde la 18ª posición de la parrilla. Es un buen resultado después de no sacar el máximo provecho de los neumáticos blandos en la calificación".

Jaime, en estas últimas carreras, está volviendo a ofrecer lo mejor de sí mismo y una vez superados los problemas de adaptación a los neumáticos Pirelli está demostrando que es un piloto más veloz que Sebastian Buemi; además, sin Daniel Ricciardo, la amenaza fantasma de Red Bull hacia los pilotos de Toro Rosso, el barcelonés está más tranquilo. Ahora la presión se la marca él mismo y siempre quiere terminar lo más arriba posible. La remontada de ayer, de ocho puestos, no es poca cosa, ahora sólo falta mejorar el Toro Rosso en calificación y en la velocidad de carrera. Y pese a todo, Jaime le regalará esa caja de vino español al todopoderoso y enigmático señor Marko. A ver si así sonríe...