Ricciardo se quedó a cinco décimas de Liuzzi

Si en todos los equipos el compañero es el primer rival, en el entorno de Red Bull está máxima adquiere un significado espectacular. En Toro Rosso, la lucha entre Alguersuari y Buemi es evidente; en el equipo titular, Vettel ya es el primer piloto, pero el pasado año la batalla era increíble con Webber; y en Hispania... Ricciardo, la gran esperanza de la bebida energética, tiene claro lo que debe hacer y a quien se enfrenta. "Estoy medio segundo por detrás de Liuzzi, lo cual no es mucho, pero en F-1 significa bastante. Quiero más, pero realmente no debería esperar demasiado en este momento. Si consigo acercarme, entonces estaré contento", explicaba tras su primera calificación, en la que terminó último.

El australiano tiene complicado su debut (a pesar de que el recibimiento por parte del equipo y de toda la categoría ha sido extraordinario) porque su coche es uno de los peores de la parrilla. Pero Daniel es optimista: "El F111 va bastante bien y me ha sorprendido el nivel de agarre con los neumáticos blandos. Saber hasta dónde puedo llegar es algo que iré adquiriendo con la experiencia, pero al menos ya sé que en las curvas rápidas puedo rodar a mi velocidad habitual. Creo que hay potencial en este coche y, si soy capaz de mantener la mente abierta y seguir con ganas de aprender, estoy seguro de que todos juntos mejoraremos".

Ricciardo ha sido el gran reclamo de HRT en Silverstone, el primer día concedió treinta entrevistas y ayer hasta la 'BBC' le reclamó. Todos esperan mucho de Daniel, pero él tiene claras sus metas: "Mi objetivo es terminar la carrera y ser competitivo. Cerrar el hueco y estar a unas décimas de Tonio será ya un comienzo positivo para mí y ya habré progresado. Sería un gran resultado poder acabar por delante de otros". La calificación fue un tanto especial, pero a partir de hoy el australiano tiene que demostrar el talento que se le supone.