Alguersuari sufre con las estrategias

Cuando el encargado de hacer las preguntas en las ruedas de prensa oficiales de la FIA, preguntó el pasado jueves a Jaime Alguersuari por la presencia y la supuesta amenaza para el español de Daniel Ricciardo, comenzaron las sospechas. En ese momento, oficial y con cierta trascendencia, el rumor pasó a tomar forma. Y ya son muchas la voces dentro del paddock que ven una tendencia a la baja del barcelonés en el entorno Red Bull y que desde su equipo no le estén ayudando lo suficiente, algo así como lo que sucedió con Alonso en McLaren en 2007, salvando todas las distancias.

Es cierto que durante la temporada las estrategias del equipo Toro Rosso no han beneficiado precisamente a Jaime. Ayer mismo, en la calificación, le sacaron a la pista en mitad del tráfico y después no quisieron hacerle salir con neumáticos blandos para intentar hacer un tiempo que le permitiese llegar a la Q2. De hecho, en esa misma Q3 su compañero Buemi, que volvió a batirle, hizo un tiempo seis décimas mejor que el del español y terminó décimo. Después, eso sí, no pudo pasar de la decimoséptima plaza, lo que refleja que el nivel de Toro Rosso es el que es y no se puede llegar a más.

Toro Rosso es un equipo que vive del espejismo de Vettel en Monza 2008, un circuito especial en el que el alemán logró pole y victoria, pero aquel día Bourdais, su entonces compañero, salía cuarto. Es decir, aquel era un coche distinto, con mucho más nivel que el actual. Pero la exigencia sigue siendo máxima y pilotos como Alguersuari que han destacado y logrado triunfos en todas las categorías previas están sometidos a una presión excesiva.

Jaime, por su parte, no oculta cierta preocupación, pero confía en sus posibilidades y su objetivo en la carrera es llegar a los puntos. Tiene un juego de blandos más que Buemi y llega de su mejor gran premio, en Canadá. Sólo él puede romper los planes de un equipo en el que sufre.