NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Pedro de la Rosa

"Mis hijas no entienden que no gane siempre"

Pedro de la Rosa, tras correr el GP de Canadá con Sauber, vuelve en Valencia a su rol en McLaren. Ayer el piloto español habló con AS de su experiencia en Montreal

Pedro de la Rosa

¿Cómo es la vuelta a la realidad?

No puedo decir que fácil, pero es ley de vida, sabía que las posibilidades eran pequeñas de volver a correr aquí en España, pero no es fácil, no, no es fácil.

¿Mantenía las esperanzas de disputar esta carrera?

No había hablado con nadie, pero sé que Sergio está bien, en cualquier caso es evidente que tenía cierto hormigueo en el estómago porque en Canadá también iba todo bien hasta que se subió al coche.

Para una buena persona como usted será raro, desear, en cierto modo, el mal ajeno.

El mal no se lo deseo a nadie, además, en este caso es algo pasajero, si no está bien hoy estará mañana, otra cosa es con una lesión grave. Sabía que era cuestión de días, por eso no es innoble por mi parte. Aquí vuelvo a estar ahora y no pasa nada, yo me debo a McLaren, lo de Canadá fue un premio.

¿También una cierta revancha con Sauber?

No, para nada. Sí es gratificante que tras lo que pasó en 2010 me llamaran, me necesitaran.

Y en el último momento...

Sí, es cierto que Sauber se había puesto en contacto con McLaren por si Sergio no pasaba el test médico del jueves, pero cuando lo pasó pues ya me quedé tranquilo.

Hasta que llegó Monisha...

Sí, así fue. Terminé de comer y a diez minutos del inicio de la sesión, llegó la gerente de Sauber y supe que me necesitaban. Fue una alegría tremenda, mi trabajo es apagar fuegos, pero para eso estoy aquí. Siempre espero la llamada de mi equipo, pero llegó la de otro y lo tenía que aprovechar. Nos pusimos en marcha y en una hora intenté poner el coche a mi gusto.

¿Cuánto se tarda normalmente?

Un mes. Es un deporte de detalles y estar cómodo es fundamental. Tuve problemas con los pedales, por la diferencia de estatura. Di ocho vueltas, hice la calificación y terminé el domingo una carrera muy complicada.

En la que su amigo Button le dejó sin puntuar, con compañeros así...

No pasa nada, peor hubiera sido que hubiéramos chocado y el perjudicado hubiera sido él.

Ayer, Paul Hembery, el responsable de Pirelli, me dijo que usted debería estar en la parrilla...

Me gusta que lo diga él porque me conoce, como McLaren o el hecho de que Sauber me llamara otra vez, que te valoren los que te conocen es lo mejor. La carrera de Canadá fue como plasmar todo el trabajo con Pirelli en invierno.

Aquel día estaba Marc Gené en Le Mans y usted corriendo con un F-1, por momentos así no se va a Resistencia, DTM u otros campeonatos...

Son planteamientos distintos, mi vida es la Fórmula 1, una vez has pilotado un monoplaza lo demás ni se le acerca, teniendo en cuenta mi edad no puedo poner un pie fuera de la F-1 porque en ese momento estoy fuera para siempre. Para hacer otras cosas siempre tendré tiempo, no hay prisa, sólo se es demasiado mayor para la F-1.

Que se lo digan a sus hijas...

La familia es vital para mí, que viniera mi mujer a darme la sorpresa en Canadá fue algo mágico, y también que trajera a una de mis hijas y la otra me viera correr. A ellas es difícil explicarles mi trabajo, ellas no entienden la razón por la que su papá no está en casa y porque no llevo un Red Bull y gano todas las carreras.