Llovera viajó hasta Grecia en su coche desde Andorra

El campeón del mundo de los valientes ha vuelto a dejar muestras de su arrojo. Albert Llovera, ese andorrano que cambia su silla de ruedas por un Abarth de rallys para competir en el Mundial, ha vuelto a asombrarnos a todos. Al Acrópolis se ha desplazando conduciendo su propio coche de entrenamientos desde Andorra. Pasó por Italia para embarcar rumbo a Patras, y dedicó dos días y medio al trayecto que tendrá que repetir el lunes al acabar la prueba.

"Estamos muy cortos de presupuesto", explicaba, "y por eso he preferido venir conduciendo yo, para ahorrar. Aquí es imposible alquilar coches con mandos al volante y si lo envío resulta aún más caro... además, estoy acostumbrado. Siempre viajo en coche por España y a Italia, donde trabajo con varias empresas, porque si voy en avión al aterrizar no tengo cómo moverme". El bueno de Albert se quedó atascado en los reconocimientos y fue rescatado por los pilotos de Red Bull, Juho Hanninen y Hermann Gassner. "Pero la más valiente fue Katharina, la copiloto de Gassner, que trabajó como una jabata". También le mandó un SMS a Carlos Sainz recordando un salto doble que el madrileño hacía de una vez, y que después el malogrado Colin McRae le copió. "Me ha contestado diciendo que tenga mucho cuidado en este rally tan duro".

Por el momento aguanta en carrera, todo un triunfo. Pero más aún si pensamos que Albert tan sólo utiliza las manos para conducir. Con sus dedos mueve el volante, el freno y el embrague, además del freno de mano y el cambio. Y después de la paliza le quedan otros dos días y medio para regresar conduciendo. Lo dicho, un valiente.