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Fórmula 1 | La intrahistoria

Alonso se mira en el espejo de 'Schumi'

Apela a su remontada de 2006.

<b>LOS ASPIRANTES. </b>Alonso y Schumacher en el Mundial 2006.

La clave es mejorar el coche. Si lo hacemos, el campeonato es largo", dice Fernando Alonso. Y echa mano de números. Y de historia. Los pilotos suelen mentir. Mucho. Una de sus frases es aquélla que alude a que todos van carrera a carrera, que la calculadora es para otros... Una vez más se demuestra que no es cierto. El piloto asturiano está ahora mismo, cuando faltan quince grandes premios, quinto en la clasificación a 52 puntos de Vettel. Ganar el Mundial parece una tarea enviada por los dioses clásicos a un héroe de la actualidad. Pero existen antecedentes. Y Alonso ha encontrado uno que sufrió el mismo: Schumacher en 2006.

Aquella temporada, el arranque del español fue magnífico con seis victorias en las primeras nueve carreras. Entonces la puntuación era distinta y se otorgaban diez puntos por triunfo en un gran premio. A nueve carreras del final, su ventaja era considerable sobre el alemán que entonces pilotaba para Ferrari. Así lo cuenta el propio Fernando: "Las remontadas han ocurrido. Siempre recuerdo lo que me sucedió a mí en 2006, cuando tras el GP de Canadá había una diferencia de 32 puntos entre Schumacher y yo, lo que ahora serían 75 u 80 puntos. Cuando quedaban sólo dos carreras, estábamos empatados y llegó a ir por delante de mí. Eso sí, para lograrlo necesitamos el mejor coche en la segunda parte del campeonato".

Fernando se equivoca en las cifras, pero si hubiera echado bien las cuentas, su teoría le sería aún más favorable. Tras Canadá le llevaría lo que ahora serían 90 puntos y si el motor del Ferrari de Schumacher no se hubiera roto en Japón, el segundo título de Alonso hubiera estado más difícil. El asturiano aún mantiene la esperanza. Porque hay más ejemplos, también con Ferrari y El Kaiser. La leyenda de Kerpen no pudo luchar por el título en su primer año en la escudería italiana, pero en el segundo, tras un mal inicio de temporada, sólo la grava de Jerez impidió su primer campeonato en rojo, en favor de Jacques Villeneuve.