Curva 8: el vértigo que aguarda en Estambul

Atención a la Curva 8. Esa frase, marcada en rojo, figura en la agenda de los protagonistas del GP de Turquía que se disputa este fin de semana en Estambul. De los pilotos, de los ingenieros y de los equipos, también de los responsables de Pirelli, que afrontan en el trazado turco uno de los grandes test de la primera de sus tres temporadas como neumático oficial de la Fórmula 1. Una curva de izquierda, de cuatro vértices, de ocho segundos de duración y que se lidia a 270 km/h. Y lo de lidiar viene aquí al caso, porque no queda otra que arrimarse al toro. Un toro de tres pitones.

Los números nos dan idea de lo que aguarda a los pilotos en este circuito, que ha convertido ese Corner Eight en leyenda pese a haber acogido sólo seis carreras de F-1 en toda su historia. Esas cifras de vértigo se resumen en tres palabras: longitud, velocidad y Fuerza G.

Hay otras curvas más largas en el Mundial, por ejemplo la de Shanghai (entre la 1 y la 2, con 8.7 segundos de duración), pero con cierta deceleración. Las hay similares en duración (la 3 de Montmeló, 7.4 segundos; la Parabólica de Monza, 7.6) y mayores en velocidad (la 130R de Suzuka o la Copse de Silverstone), pero la Curva 8 de Istanbul Park nos regala, además de eso, cuatro vértices y sus 5G (4,5 durante dos segundos y una media de 3,5). Algunos dicen que es una curva más exigente para los coches que para el piloto; otros, simplemente, regalan admiraciones: "¡Si tuviera que crear un circuito virtual de F-1, esta curva estaría incluida!". Palabra de Nico Rosberg, que ya gira el volante.