Vettel reconoce que renovó por Newey y el equipo

Si hay alguien que simboliza el milagro Red Bull, ése es Sebastian Vettel. Aunque en realidad, tanto el joven piloto alemán, como el equipo de la bebida energética, no llegan de la nada sino gracias a unos cimientos muy sólidos.

Red Bull es el resultado de la compra de la escudería Jaguar, oficial de Ford, por el empresario austríaco Dietrich Mateschitz que, entre otros, ficha de McLaren al ingeniero Adrian Newey, dispone de unas extraordinarias instalaciones en Milton Keynes (Inglaterra) y cuentan con el talento de un piloto que el pasado año se convirtió en el campeón del mundo más joven de la historia.

Precisamente Vettel, después de lograr un título inesperado en Abu Dhabi, se convirtió en el nuevo héroe de la F-1 y en Red Bull sólo tenían un objetivo: retener a su estrella. Y él se quedó, pero puso sus condiciones: "Me quedé, pero no solamente por Adrian Newey. Es difícil planear el futuro, nunca se sabe lo que podrá pasar. Adrian es una de las personas más importantes. Yo quería renovar el contrato, pero no con un equipo totalmente distinto, quería básicamente la misma gente que tenía y que ahora seguimos teniendo".

Antes, habían llegado rumores sobre Ferrari: "Hablé sobre la 'Scuderia' porque me preguntaban. Ferrari es un equipo especial, como he dicho otras veces. Un día será un honor tener mi nombre entre los de sus pilotos".