El ídolo de China no es un mimado y evita la piscina

Lewis Hamilton fue ayer uno de los personajes más agasajados en los medios de comunicación del mundo gracias a su excelente victoria en el GP de China. Sin embargo, el británico no debió digerir bien su primera victoria en 2011 o, simplemente, tenía ganas de ajustar cuentas con sus detractores. "Hay gente que piensa que he tenido mucha ayuda y toda esa basura. Es mentira. Pude participar en algunas categorías, pero tuve que ganarlas para pasar al siguiente escalón. No soy un mimado", afirmó a 'The Guardian'. Y explica: "Cuando me dijeron que me darían la oportunidad, me llevé un volante a casa y un manual para estudiar cada noche. Estudié mucho más de lo que hice jamás para el colegio".

Y puestos a contar intimidades, Lewis, a través de la marca deportiva que le viste, también reveló otras: "Entreno entre 2 y 4 horas al día, sin un programa regular, y descanso uno tras cada carrera. En invierno hago esquí de fondo, marchas en la nieve y trabajo de gimnasio. En la temporada hago 'footing', gimnasio y monto en bici de montaña. También juego al tenis, escalo en roca y hago 'trekking'. No soy fan de la piscina, no hay mucho a lo que mirar".

También habló de su alimentación: "Como de manera sensata. En general, alimentos sanos como pollo y arroz. Antes de correr me aseguro una gama variada de proteínas y carbohidratos. En invierno, me alejo de ellos. ¡Y me encanta comer dulces!". Y por último, desvela su secreto en la pista: "Sentirme relajado, en paz y contento. La habilidad para anticipar es la clave". Palabra de campeón.