La F-1 compra la carne en Australia para evitar peligros

Arroz tres delicias y perrito caliente. Pastitas para el postre. Ese ha sido y será el menú repetido en la sala de prensa de Shanghai, aunque muchos intentan seguir la receta de otras carreras: comer en los equipos, donde las precauciones hacen que la dieta sea la de siempre, sin concesiones a la galería, típicas de algunos países.

Y es que el menú de los equipos suele ser pasta, arroz, pollo y algún dulce. Y a veces algo de carne. Ahí es donde está la novedad porque en China la carne es de Australia, uno de los pocos países que están libres de cualquier tipo de enfermedad. Se intenta huir así del clembuterol que domina la actividad de algunas granjas chinas, aunque, después de una advertencia de la Organización Mundial de la Salud se han extremado los controles. Por ejemplo, a finales de marzo, en la provincia de Henan, se encontraron 20 cerdos con restos de ese aditivo prohibido. A partir de ahí se investigaron 1.300 granjas y se destruyó toda la producción para evitar cualquier problema. Pero por si acaso la Fórmula 1, al menos en China, compra la carne en Australia.