Serviá se une a la fiesta de García

Oriol Serviá siguió los consejos del añorado Fermín Vélez y se fue a correr a EE UU. El primer español que disputó las 500 Millas de Indianápolis, en 1997, abrió el camino y no dudó en recomendárselo a su buen amigo. Serviá, hijo de Salvador, actual director del circuito de Montmeló, no lo dudó y se marchó a hacer las Américas. En 1998 fue mejor debutante de la Indy Lights y al año siguiente se llevó el título, eso sí, sin lograr ninguna victoria parcial.

Oriol se quedó a vivir en Miami y a engrosar palmarés. 152 carreras en la Indycar con una victoria (Montreal 2005), 16 podios, cuarenta Top 5, 76 Top 10 y 152 vueltas lideradas de la máxima competición de monoplazas en EE UU. Este año ha firmado con Newman Haas y, en las dos carreras disputadas, Serviá está demostrando que con 36 años tiene la misma ilusión que cuando empezó con los karts en 1988. En la cita inaugural acabó noveno y el pasado domingo, en Barber (Alabama), fue quinto en una carrera que ganó el australiano Power. "Ha sido muy emocionante. Se ve que hacemos grandes progresos", afirmó el bravo piloto español, que ya es sexto en la general.

Serviá fue el colofón a un día triunfal del automovilismo de nuestro país en la pista de Alabama, ya que poco antes Víctor García había hecho sonar, por primera vez, el himno español en la Indy Lights, la segunda categoría. 2011 puede ser un gran año para ambos.