Ferrari buscará igualar el milagro de McLaren

El mecánico miraba al techo del garaje rojo y sólo le faltaba silbar. A mí que no me miren, a mí que me registren. Y la mirada se marchó hacia Stefano Domenicali, el jefe de Ferrari, que, gafas de pasta incluidas, observaba la tabla de tiempos pensando en la que espera por delante, buscando el milagro que devuelva el coche italiano a los primeros puestos en una sesión clasificatoria. En ese momento, Lewis Hamilton marcaba el mejor crono. Los McLaren, que estaban lejos de Red Bull en cuanto a tiempos logrados en el GP de Australia, ahora han cogido a los invencibles coches energéticos. El británico se quedó en Albert Park a casi ocho décimas de Sebastian Vettel, mientras que ayer en Sepang estuvo a punto de quitarle la pole al alemán, que sólo pudo mejorar el registro de Lewis en una décima.

Sin embargo, Ferrari sigue lejos. Alonso, quinto en el circuito de las Antípodas, repitió posición en la selva malaya. Mejoró, pero menos. Si en el primer gran premio de la temporada estaba a un universo, 1,5 segundos, ayer a un mundo, más de nueve décimas. ¿Por qué lo ha logrado McLaren y Ferrari no? Eso es lo que están intentando contestar en Maranello. En Woking trabajan día y noche para lograr batir a los Red Bull y, al menos a una vuelta, están en la batalla.

Ayer, en Sepang, los operarios del equipo británico traían nuevas partes de la carrocería. Pero, más allá de detalles, la clave de la mejoría aquí de McLaren está en los nuevos difusores de fibra de carbono, mucho mejor construidos, más limpios en su concepción y con un material más eficiente que los anteriores de titanio que llevaron en Australia. Además de otros muchos detalles aerodinámicos y la flexión que también parece experimentar su alerón delantero. En Ferrari no han mejorado tanto como esperaban, siguen teniendo problemas de subviraje y las mejoras en la suspensión trasera de su bólido no han obrado el milagro de los panes y los peces. De ahí que el propio Domenicali, utilizando términos futbolísticos, dijera que tienen que "jugar al catenaccio".

Pero son optimistas. El coche en carrera va mejor y confían en que las próximas evoluciones les den la suficiente calidad al monoplaza para permitir a Alonso luchar por las poles. Ayer, en los terceros libres, Massa llevaba una pequeña cámara para medir el comportamiento del morro y el alerón delantero, un aspecto que parece ser una de las claves del Mundial. Junto a la degradación de los neumáticos. En la carrera iban a intentar remontar y buscaban parar una vez menos que el resto...