Turno para los escapes imposibles

"Creo que es una buena idea, pero hay otras. Veremos qué utilizamos nosotros de aquí a Bahrain". Ross Brawn, el hombre que revolucionó la F-1 con el difusor doble, no ha sido esta vez el primero en buscar sustituto para aquel artilugio que proporcionaba un agarre hasta entonces desconocido. Esta temporada ese tipo de difusores están prohibidos y el coche baja notablemente su adherencia a la pista. Algo hay que pensar. Y los primeros en buscar una revolucionaria respuesta al problema han sido los ingenieros del nuevo Lotus Renault y lo han hecho utilizando los escapes.

Si el año pasado Red Bull no quiso desvelar una de sus maniobras maestras con los escapes bajos, incluso en los entrenamientos de Barcelona colocaron unas pegatinas simulando ese componente en un lugar mucho más alto del que correspondía, este año Renault enseña sus cartas desde el principio.

La manera que han ideado para recuperar el agarre perdido es colocar unos escapes justo debajo de las tomas de aire de los radiadores. De esta manera se intenta optimizar el efecto soplado del difusor, ya que cuando mayor sea el flujo de aire que pasa por esa zona más carga aerodinámica genera. Los tubos de escape van hacia delante por los pontones, después giran 90 grados y apuntan al borde frontal del suelo del coche, los gases del escape dinamizan el flujo de aire y mejoran la eficacia del difusor. ¿Problemas? Sobre todo que el motor, el depósito de gasolina e incluso el KERS se calienten en exceso. Dicen que McLaren tiene algo parecido entre manos.