Si en Inglaterra dan por hecho el fichaje de Button por McLaren, me inclino a pensar que es cuestión de días que se haga oficial la operación. Parece que en Woking sí le pagan al campeón del mundo lo que quiere y, además, cumplirían con la aspiración de un equipo completamente británico (sólo 'estorba' Pedro de la Rosa como probador). De todo este embrollo, lo que más me inquieta es que Kimi Raikkonen puede quedarse fuera de la F-1. Me parecería una pérdida enorme, además de una injusticia clamorosa que un piloto de su talento no tenga volante en un campeonato de trece escuderías. Con tantas opciones, no entiendo que nadie quiera contratar a un hombre que puede asegurarte victorias a poco que esté con ganas...

De acuerdo, todos sabemos que el finlandés es un tipo peculiar y que quizá no ofrezca todas las garantías en las largas distancias, en la maratoniana carrera que es la lucha por el título mundial. En todo caso, no olvidemos que él también es un campeón y que las circunstancias que le llevaron al título en 2007 podrían, por qué no, volver a repetirse en cualquier momento. Pero más allá de todas estas elucubraciones, lo que realmente sentiría sería no poder disfrutar de las exhibiciones de Kimi cuando se siente inspirado. En esas ocasiones, me parece el piloto más efectivo del Mundial, una máquina imparable de hacer vueltas rápidas y un auténtico espectáculo de pilotaje. Y, además, no es la primera vez que digo que su personalidad me hace muchísima gracia... Ojalá que no se quede en fuera de juego.