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Fórmula 1 | Finales Ferrari en Cheste

Alonso piensa sacar a Ferrari de la grava

Después de que Montezemolo embarrancara en la puzolana un descapotable de calle donde llevaba a Massa y a Fernando, el español saludó a los 'tifosi' con un deseo: "Esperamos luchar por el título en 2010"

Carlos Miquel
Actualizado a

Luca, ve con cuidado, eh". Antes de que el presidente Montezemolo arrancara un flamante Ferrari California, Alonso y Massa le pidieron que no acelerara más de la cuenta. Iban sentados en el capó posterior de un coche rojo con el que pensaban dar una vuelta a la pista. Era un simple paseo con el objetivo de saludar a los 17.280 espectadores, entre tifosi y fans del asturiano, presentes en Cheste.

Detrás, en el Ferrari azul inicialmente previsto para los hombres de Maranello por respeto a Renault, que aún tiene contrato con Alonso, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Entre aclamaciones del público, al presidente se le ocurrió meter el superdeportivo en la arena de final de recta, la famosa puzolana, para acercar al público a sus ídolos. El California se quedó embarrancado ante la alarma de los organizadores, cachondeo de los pilotos y estupor de la organización. Los comisarios intentaron sacarlo, pero no pudo ser, y fue Camps quien hizo de coche escoba y los llevó a todos en el descapotable de color cielo.

A su llegada a boxes, Fernando tomó el micrófono y, entre vítores eufóricos, realizó un discurso muy calculado: "Para mí es un día muy importante y feliz porque por primera vez he podido experimentar todo el ambiente del mundo Ferrari. 2010 será muy importante para Ferrari y junto con Felipe espero estar en la lucha por el título. Confío en que con nuestro trabajo todos los ferraristas del mundo puedan estar orgullosos de nuestro trabajo y nuestra profesionalidad".