Red Bull la gran amenaza para el desafío rojo

El ascenso a la gloria de Red Bull ha sido frenético. Sobre la base de la antigua estructura de Jaguar y el cuerpo de ingenieros más caro y prestigioso de la F-1, en cinco años han conseguido disputar un título mundial y, de la mano del genial Adrian Newey, construir el monoplaza más poderoso de 2009. Es el único equipo que ha firmado cuatro dobletes esta temporada. Y, con las reglas aerodinámicas invariadas para 2010, su base es la mejor para la próxima temporada.

El jefe del equipo, Christian Horner, se deshizo en elogios con los suyos a través de la página web del equipo: "El segundo lugar es un logro fantástico porque es una escudería joven, y se trata de nuestra quinta temporada en la F-1. Es increíble haber logrado en este tiempo 16 podios, seis victorias, cinco poles y seis vueltas rápidas y haber llegado hasta la penúltima carrera con opciones de ganar el título. Tengo que agradecer a todos nuestros socios, incluido Renault, su apoyo y su asistencia. Hemos aprendido muchas lecciones este año y esto nos hará más fuertes en el campeonato de 2010". Analizando en detalle el Mundial, el británico piensa que fue decisivo creerse que podían luchar por el título: "El punto más importante del campeonato fue el primer doblete logrado en China".

Y avisa a sus adversarios: "Ferrari y McLaren serán unos rivales formidables el año próximo, pero nosotros no nos vamos a rendir". El equipo aún no ha anunciado el motor de 2010. Querían a Mercedes, pero McLaren se niega y tal vez tengan que decantarse por seguir con Renault o pasarse a Cosworth.