Singapur ochenta millones en luces

Desde el aire, es un nudo de luz, un ocho luminoso que brilla. A ras de suelo es como si el día se hubiera metido en la fiesta de la noche. El circuito de Singapur es el más espectacular del calendario, en una ciudad repleta de rascacielos, los coches vuelan por las calles llenas de luz. Para lograr el milagro, en Singapur se gastaron el pasado año 76 millones de euros y esta vez también han tenido que hacer varios arreglos.

Algunas curvas se han modificado ligeramente para mejorar los adelantamientos, se ha instalado una mejor superficie para quitar baches y hay una nueva entrada y salida de boxes que sustituye a la anterior. Más segura. Además, la problemática curva diez es ahora más lenta y los pianos de los tres vértices se han rediseñado. La intención de los organizadores es conseguir que el trazado sea aún más espectacular y los pilotos puedan demostrar todo su talento. En este circuito, el segundo más lento del Mundial tras Montecarlo, sus 5.067 metros estarán iluminados por 240 postes de acero con 1.500 proyectores y 12 generadores de energía, independientes de la red eléctrica de la ciudad, con un total de 3.180.000 vatios. Se consiguen 3.000 lux (el equivalente a la luz de una vela en un metro cuadrado) cuando en un estadio de fútbol como el Bernabéu es de unos 750.

La inversión es rentable. El año pasado casi 500 millones de personas vieron la victoria de Alonso en directo y hubo un total de 110.000 visitantes extranjeros en el país más pequeño del sudeste asiático, una ciudad estado de poco más de cuatro millones de habitantes que, este fin de semana, se transforma en el mayor espectáculo del mundo. Enciendan luces...