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Fórmula 1 | Homenaje en casa

Oviedo se paraliza con la exhibición de Alonso

Un total de 19 calles cortadas y más de cien mil espectadores esperan mañana al asturiano, que al fin, siete años después de su primer intento, rodará con un F-1 por su ciudad. Hoy inaugurará su museo

Carlos Miquel
<b>SU ÚLTIMO 'ROAD SHOW' EN ESPAÑA. </b>El asturiano ya se dio un baño de masas en Sevilla en la temporada 2006.

Ya en 2002, Fernando Alonso quiso hacer una exhibición con un Fórmula 1 por su ciudad. Se iniciaron las gestiones para poder celebrarla al año siguiente, pero las divergencias con las autoridades locales lo impidieron y el asturiano, antes incluso de su primera victoria en Hungría, superó los 250 km/h en el Paseo de La Castellana de Madrid. Aceleró a fondo el motor de su R23 en un circuito con principio y fin en el estadio de sus amores, el Santiago Bernabéu. Más de 110.000 personas siguieron sus evoluciones y tuvieron el primer contacto con la F-1, a punto de convertirse en un fenómeno de masas. Antes de irse de Renault rumbo a McLaren, en 2006, Fernando intentó de nuevo rodar en Oviedo, pero tampoco hubo un acuerdo. Se hizo finalmente en Sevilla.

Esta temporada era un ahora o nunca. El asturiano se va en 2010 a Ferrari, que no realiza este tipo de exhibiciones en la ciudad, y se encontraba ante su última oportunidad. Mañana llega la hora de cumplir su sueño. Se esperan más de cien mil espectadores que le insuflarán ánimo para la recta final de este annus horribilis. En un recorrido de 1.800 metros por pleno centro de la capital (donde se han cortado 19 calles), Fernando hará resquebrajarse los cimientos del Campoamor con un estruendo que haría desmayarse a la mismísima Regenta.

El roadshow tendrá una duración de una hora desde las doce de la mañana (La Sexta). Primero de todo, saludará a los aficionados desde un Megane descapotable para, a continuación, rodar sobre un kart de competición e impresionar a sus fans con el terrible paso por curva del vehículo. Lo siguiente será hacer pasar miedo a tres invitados y, antes de rodar doce minutos con el F-1, le hará sudar tinta al alcalde de la ciudad, Gabino de Lorenzo.