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Schumacher deberá soportar 3G en su cuello

Fórmula 1 | En el circuito de Valencia

Schumacher deberá soportar 3G en su cuello

Schumacher deberá soportar 3G en su cuello

El escenario del GP de Europa no es el más exigente en cuanto a aceleraciones laterales, aunque sí lo suficiente para poner a prueba la forma física de los pilotos, algo que compromete el regreso del alemán

El cuello de muchas estrellas de la Fórmula 1, entre ellos el de Fernando Alonso, da la impresión de estar desproporcionado en relación al resto de su fisonomía. Y así es. Su musculatura está especialmente desarrollada y no es por casualidad, sino el fruto de un intenso programa de fortalecimiento de esta zona del cuerpo, expuesta más que ninguna otra a las aceleraciones laterales en la conducción de un monoplaza a alta velocidad.

Una circunstancia que hace peligrar el retorno de Michael Schumacher a los grandes premios. El alemán trabaja sin descanso para intentar llegar a punto a la carrera de Valencia del próximo día 23, preocupado sobre todo por las molestias cervicales consecuencia de su caída en moto del pasado mes de febrero en Cartagena. Y es que Schumi, como el resto de los pilotos de F-1, deberá soportar aceleraciones de hasta 3G en el circuito del puerto.

Esa fuerza G (la aceleración teórica que produciría la gravedad sobre un objeto cualquiera en condiciones ideales, sin ningún tipo de rozamiento) es, por ejemplo, la necesaria para que salte el airbag de un coche en un impacto. Los 3G se los encontrará el piloto de cuarenta años en la curva 14 del trazado de Valencia, la más exigente en este sentido en una pista que, sin embargo, no es de las peores del calendario. En otros, como Spa, Monza o Interlagos (en los que competirá Schumi más adelante si sigue como sustituto de Felipe Massa en Ferrari), estos valores pueden llegar a los 5G, es decir, cinco veces la fuerza de la gravedad.

Todos los pilotos de élite trabajan de forma muy exhaustiva la musculatura de su cuello. Realizan una preparación física específica e incluso utilizan un aparato de gimnasio especialmente diseñado para fortalecerlo, conocido como neck machine (máquina de cuello). Algunos de ellos tienen en su propia casa uno convencional (como Marc Gené), similar al que se puede encontrar en los gimnasios públicos, pero las escuderías han desarrollado dispositivo más específicos que reproducen fielmente las condiciones del pilotaje: mientras mueven el volante, unos contrapesos ejercen una determinada presión sobre su cabeza, lo que les obliga a tensar el cuello para neutralizar tanta fuerza lateral.

Los problemas de cuello no son, desde luego, una cuestión insignificante para los pilotos. Si aparecen, los riesgos son altos ya que pueden derivar en cefaleas, fallos en la visión e incluso desmayos. Por esa razón, Michael Schumacher se someterá a una serie de pruebas físicas antes de refrendar su decisión de correr en España. Las últimas informaciones señalan que este fin de semana completará los reconocimientos definitivos.

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