Barrichello veía a Massa en la carrera

Fueron unos instantes, de esos en los que la vida puede cambiar para siempre. Y nadie tuvo la culpa, quizá la mecánica, tal vez estar en un juego en el que el azar también existe. Como en la vida. Fue unos segundos antes de que un muelle de casi un kilo de peso impactase contra el casco de Felipe Massa a más de 250 km/h y después el Ferrari F60 del piloto brasileño destrozase un montón de neumáticos apilados para alejar los malos presagios a casi 190 km/h. Poco antes de que la escena que heló al alma de los aficionados del mundo tuviese lugar, Rubens Barrichello adelantaba a Massa con su Brawn GP y de su coche blanco se soltaba esa maldita pieza de la suspensión que aún tiene a Felipe en un hospital de Budapest. Esa escena se repitió en la mente de Rubens durante toda la carrera. "Cada vez que pasaba por ese punto veía una mancha naranja, sin que llegara a materializarse un punto rojo.

No puedo negar que he estado pensando en Felipe durante toda la carrera", explicó el piloto después de terminar la prueba de Hungaroring. Barrichello, que dispone de varios aviones e incluso los pilota, puso a disposición de la familia del piloto de Ferrari su mayor aeronave para lo que necesitaran y por supuesto visitó a Felipe en el centro médico. De allí, el veterano piloto salió aliviado tras ver a su amigo y ser testigo del encuentro de Massa con su esposa Rafaela, embarazada de cinco meses. Rubens se emocionó. "Quiero ser útil como pueda y siento que he de hacer lo que esté en mi mano para que Felipe vuelva a la pista". Así sea.