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Fórmula 1 | GP de Hungría

Alonso recupera el espíritu de Hungría 03

Logró su primera pole de 2009 con una táctica como la de hace seis años: también se parará en la vuelta 13. Debe luchar por la tercera plaza con Hamilton. Alguersuari se clasificó 20º, pero dejó una buena impresión

Carlos Miquel
<b>VUELVE A DISFRUTAR. </b>Alonso se mostró muy satisfecho tras reencontrarse con la pole en Hungría.

La calificación más emocionante y dramática del Mundial 2009 tuvo un desenlace propio de una competición de kárting entre amigos. El hombre de la pole, Fernando Alonso, se puso a preguntarle a sus rivales qué tiempos habían hecho. Sólo sabía el suyo y, por un fallo en los monitores de todo el circuito, no conocía el de los demás. Los nueve pilotos hablaban entre ellos como unos aficionados hacen en una pista de alquiler. Al final un comisario se lo confirmó y festejó la primera pole del año y 18ª de su carrera deportiva.

Con ella recupera el espíritu de Hungría 2003. El de salir primero ligero de gasolina, detenerse entre las vueltas doce y trece (la misma que hace seis años, adaptable de tres a dos paradas) y correr como un demonio al principio para hacer hueco. La diferencia es que entonces Mark Webber, ahora tercero, hizo un tapón y le vino bien en su camino hacia su primera victoria. Ahora lleva justo detrás, y con entre siete y ocho vueltas más de gasolina, a dos coches sensiblemente más veloces. El podio es el objetivo, aunque Hamilton lo amenaza.

El gran susto lo puso Felipe Massa, golpeado en la cabeza por un muelle desprendido del coche de Rubens Barrichello. Se quedó inconsciente y, con el coche sin más control que el de su pie apoyado casi milagrosamente en el freno, se estrelló de frente contra las protecciones. Sufre una fractura ósea supraorbital y una conmoción cerebral y se recupera en el hospital después de ser operado.

Con esta zozobra se pasó a la Q3, a la que Fernando Alonso llegó en un alarde de funambulismo. En la Q1 sólo realizó un intento con blandas en los instantes finales, se encontró con el coche parado de Alguersuari en la escapatoria (le apagaron el motor por precaución debido a un problema del acelerador electrónico y por eso terminó vigésimo a siete décimas de Buemi), y levantó el pie para no ser sancionado. Casi no pasa el corte. En la segunda parte de la calificación sólo hizo un intento de dos vueltas con blandas y se la jugó. Terminó noveno.

Y en la Q3 el problema de los monitores colocó al borde de la taquicardia a José Luis Alonso, al mánager Luis García-Abad y al presidente de la Federación Española, Carlos Gracia. Todos en el motorhome de Renault. Una imagen fugaz de los tiempos con Fernando en la pole levantó los primeros gritos y aplausos de emoción, que se volvieron a apagar unos minutos hasta que el propio piloto asturiano se fue a saludar al público.