"Hay que limpiar muchas cosas en el automovilismo"

En su campaña para conseguir la presidencia de la Federación Internacional de Automovilismo, Ari Vatanen pasó por Madrid. El campeón del mundo de rallys en 1981 y cuatro veces ganador del Dakar cenó con Carlos Gracia en el restaurante Príncipe de Viana y desayunó con AS en el hotel Meliá Castilla.

¿Tanto le gusta España?

En Finlandia decimos que a los hombres se nos gana por el estómago, y en España se come muy bien. Pero también creo que los españoles son muy versátiles, y por eso tienen un deporte fuerte, con muchos campeones, marcas como Seat, o patrocinadores como Repsol.

¿Sólo ha venido a degustar nuestra gastronomía?

Evidentemente el motivo de la visita ha sido otro, y me ha alegrado la sintonía de opiniones que tenemos con Carlos Gracia. También me une una gran relación con Sebastián Salvadó, el presidente del RACC, con los hombres del RACE, que ahora viven momentos de cambio, o con Carlos Sainz, al que he llamado para intentar que se sume a nuestro proyecto.

¿Y cómo es que le dio por presentarse a presidente de la FIA?

Ha sido una decisión natural, nada forzada. En la vida hay veces que se abren puertas, y hay que aprovechar esas oportunidades. El automovilismo es una gran familia, compuesta por un billón de conductores normales y de miles de deportistas a los que quiero liderar de una manera democrática. Quiero ser el director de orquesta, el hilo conductor de esta gran familia. Hay que limpiar muchas cosas en el automovilismo, y por ello propongo una nueva FIA, más transparente, democrática, y en la cual se escuche. Tenemos una boca, pero dos oídos, y mi intención es escuchar a todo el mundo y entre todos lograr un gran deporte.

¿Y qué le parece que Max Mosley apoye a Jean Todt?

Aunque he criticado fuertemente a la FIA, nunca lo he hecho personalmente hacia Mosley. Pero no es bueno que un líder permanezca mucho tiempo en el puesto, y cuando ocurre, lo mejor es hacer un cambio. Y yo represento ese cambio, una nueva etapa de mayor frescura. Por el contrario Jean Todt representa la antigua etapa, y no es correcto que Max quiera imponer un nuevo líder, y que además le preste el apoyo de la federación para que haga su campaña. La FIA no es un reino, es una república en la que se elige democráticamente a los líderes.

Tampoco le favorece su vinculación con Ferrari...

En Ferrari no quieren que Todt sea el presidente, y así me lo han dicho, porque opinan que el deporte perdería credibilidad. Pero ocurriría lo mismo si fueran Ross Brawn o Flavio Briatore los que se presentaran. El presidente de la FIA debe de ser neutral.

Pero usted tiene una vinculación con los rallys...

No voy a negar que llevo los rallys en mi corazón, pero eso no significa que les vaya a dar prioridad. La especialidad más importante es la F-1, y los rallys son un complemento, pero nuestro mundo es mucho más variado y por eso tan bello. También hay que dar importancia al resto de disciplinas, y tampoco debemos olvidar al billón de automovilistas, a los que ya llevo intentando ayudar en mis diez años como europarlamentario, en los que impulsé un programa a su favor. No es normal que todo el mundo ataque al automóvil cuando es el mejor medio de transporte que tenemos.