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Fórmula 1 | GP de Turquía

Vettel vuela y Alonso logra un octavo milagroso

El alemán está ante la oportunidad de lograr su primera victoria en seco, pero Button va más largo y es favorito al triunfo. La estrella de Renault se coló entre los mejores con un coche que es 17º con Piquet

Carlos Miquel
<b>POLEMAN. </b>Vettel sumó en Turquía la tercera pole de su carrera deportiva en la F-1.
reuters

Es una vida al límite. Las calificaciones de este Mundial tienen un denominador común entre los diez mejores, los Brawn y Red Bull. Y Fernando Alonso. El asturiano siempre se mete, pero lo hace por milésimas y pilota en el alambre, con un R29 que no mejora, al que le ponen un alerón y modifican un perfil del fondo para Turquía y no sirve de nada. Lucha contra el ataque de unos gigantes.

Red Bull ya tiene su difusor definitivo, Ferrari (con Kimi sexto y Massa séptimo) ha presentado otro más ligero y hasta cuatro cambios en Estambul, y BMW se ha sumado a la fiesta con uno doble para complicarle la vida. Kubica, ya está delante con depósitos vacíos, como se vio en la Q2. El asturiano, octavo en parrilla, sale delante suyo, pero con menos combustible. Será el primero en detenerse, en la vuelta 14. Y su objetivo es defenderse hoy del polaco y de Rosberg para al menos poder sumar algún punto. Al asturiano le salva que McLaren anda perdida, como sus pilotos. Ayer, Hamilton se quedó 16º y no pasó ni siquiera a la Q2 después de un rosario de errores. Y es que hay que tener una pasta muy especial para que no te tiemblen las manos ni la valentía en las actuales peleas a cara de perro por acceder a los puestos nobles.

Pero el consuelo de la escudería francesa es que su estrella no está tan lejos en tiempo de los mejores, a cuatro décimas por vuelta en un circuito que se adapta bien al R29. Renault tiene que despertar, olvidarse de la política del campeonato paralelo, e invertir dinero como sus rivales. El podio entonces es posible. Y esa lucha puede servirles para 2010, porque ganar en 2009 es algo que suena ya a una quimera. Si no progresan, algún día se acabarán los milagros de sangre asturiana. Piquet, que ya sabe lo que es ganar en Estambul en GP2, sale 17º en parrilla con el mismo coche. Hay nueve puestos entre ambos, la mayor entre compañeros de toda la F-1, y eso es un indicativo claro de que el coche no anda.

Ayer el ovetense era quinto después de su primer intento. Si la F-1 fuera como sólo hace unos años, con sólo una tentativa, siempre ganaría dos o tres posiciones porque es el que mejor se adapta al cambio de comportamiento del coche de ir vacío en la Q2 a con carga de carrera en la última parte de la calificación. Sin embargo, la segunda oportunidad permite que los demás se entonen y se impongan las máquinas. Además, ayer el equipo cometió el error de usar las ruedas nuevas, menos eficaces en el caso del coche francés porque tardaban en calentarse, para el último intento. Fernando perdió tres décimas en el primer sector y, aunque mejoró en los siguientes, sólo con eso habría terminado sexto en parrilla. Y, de paso, le tendría que haber pagado diez euros a un amigo al que le dijo el viernes que ese puesto era imposible.

Delante, Vettel voló hasta la pole, pero debe correr muchísimo para firmar su primer triunfo en seco. Button, segundo, para una o dos vueltas más tarde y tiene la ventaja de su increíble ritmo para lograr un póker de victorias consecutivas que siempre ha asegurado el título. Si es que no lo tiene ya en sus manos