Alonso defiende a los aficionados

Alonso llegó ayer al circuito con un enfado de consideración. Se desayunó con algunos periódicos en los que se veían fotos suyas gritando enojado y en las que se interpretaba que intentó apartar una avalancha de público. El problema de Fernando fue con el excesivo número de fotógrafos y cámaras que le rodearon. Sin espacio para moverse, ni tiro para tener una buena instantánea le cercaron tanto que se colocaron como barrera entre él y el público. Después de diez minutos de flashes y empujones, algunos fans terminaron por invadir el pit lane.

La primera medida del asturiano ha sido pedirle a Renault que no haya más firmas de autógrafos hasta que no sean de una manera organizada. La jefa de prensa de la escudería, Patricia Spinelli, le hizo la solicitud a la FIA cuando comenzaba la primera sesión libre. Por una decisión de Max Mosley, los pilotos están obligados este año a hacerlo durante quince minutos en todas las carreras. Fernando no realizará una firma masiva en Mónaco ni en otro lugar hasta que se organice en condiciones.

Alonso dio su versión de los hechos: "Por desgracia, aquí yo no pude ver a los aficionados por la cantidad de fotógrafos que había con poca educación. Después de hacer las fotos y con la gente gritando "¡fuera, fuera!", me detuve para despejar un momento y que empezase la firma de autógrafos". Y continúa su relato de lo que pasó: "No se quitaron. Intenté seguir firmando entre avalanchas y codazos. Hasta que vi a uno de los fotógrafos subido a la silla de ruedas de un niño para tener mejor ángulo. En ese momento paré la firma y le mandé bajar y alejarse a diez metros de los niños. Esa foto es la que se publica hoy en los medios españoles. A mí mánager un fotógrafo le dio un puñetazo Después volví, ya sin las cámaras, y firmé durante media hora con normalidad".