Button suma la tercera y Alonso se deshidrata

No son pilotos, son héroes. Los veinte valientes que disputaron ayer el GP de Bahrain, vencido por Button, salieron de sus coches con las marcas de la batalla. Las caras en el pesaje eran un poema después de 57 vueltas con 39 grados de temperatura ambiente y 65 en sus cockpit. Una carrera al límite por la igualdad que reina en la parrilla, con subidas y bajadas de rendimiento a consecuencia de los neumáticos y en la que era necesario hidratarse más que en ninguna otra. Fernando Alonso no pudo: la bomba de su depósito del agua se le averió y no bebió nada en la hora y media de carrera. Nada más bajarse del coche atendió a las televisiones y, momentos después, se desmayó por una bajada de tensión.

Su mánager, Luis García-Abad le ayudó a levantarse y, aunque no llegó a perder del todo el conocimiento, sí que tuvo que asistirle el médico de Toyota, el doctor Cicarelli. Allí le vieron también una quemadura en la espalda producto de la falta de aislamiento del bacquet sobre el suelo del coche. El ovetense pudo verse mermado en su rendimiento por la falta de agua en el tercio final, aunque él mismo confesó nada más bajarse del R29 que había dado todas las vueltas "como si fueran de calificación". Y es cierto, clavó una vuelta tras otra de una forma ejemplar.

Una vez recuperado físicamente, lo más preocupante en el aspecto deportivo fue el bajo rendimiento de su monoplaza, que está muy limitado ante el ataque de McLaren y Ferrari, ya por delante. El F60B está listo para Barcelona y Renault sólo tiene preparadas mejoras de una décima por vuelta.

Alonso perdió dos posiciones en la salida al patinar en exceso sus ruedas y verse fuera de la pista por el ataque de Rosberg. Pero, pese a sus esfuerzos, sólo pudo recuperarle después una posición a Massa. Siguió a Raikkonen como su sombra y le faltó velocidad para pasarle. Sí rebasó a Trulli, cuando éste salía de boxes y al menos tuvo dos vueltas limpias antes de su primera parada.

La carrera de ayer reivindicó a Button, que suma tres triunfos y se aleja trece puntos en el Mundial del siguiente no Brawn. Por las cargas de gasolina, los favoritos eran Trulli, Glock y Vettel, pero ninguno de los tres pudo hacerle frente. Timo llegó a ponerse líder en la salida pero se hundió con neumáticos duros. Y su compatriota de moda terminó segundo, pero demostró que en seco no es tan fiero como en agua.

Mención especial merece el gran premio de Hamilton, que salió como un tiro con el mejor KERS y se colocó tercero. Button, espléndido, le pasó, pero Lewis sacó un más que positivo cuarto puesto. Aunque sin el problema de Glock habría terminado quinto, donde salió. Y Raikkonen, sexto, recordó al de sus mejores días, siempre regular y veloz, y remontó desde la décima plaza con una estrategia perfecta. Montezemolo, presente en Sakhir, no cortará esta vez ninguna cabeza.