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Fórmula 1 | GP de Brasil

Hamilton gana el Mundial por los pelos

Terminó quinto tras adelantar, a dos curvas del final, a Glock, que perdió increíblemente 18,6 segundos en la última vuelta. Un excepcional Alonso secundó el triunfo de Massa, que era campeón cuando cruzó la meta

Carlos Miquel
<b>POLÉMICO FINAL DE CARRERA PARA EL MUNDIAL. </b>Lewis Hamilton se abrazó emocionado con su equipo. Es lógico que lo hiciera así porque, pese a perder el título de constructores, su coche no ha fallado en todo el año. El motor del Ferrari de Massa se reventó en Hungría y un mecánico cometió el error de la manguera en Singapur.

Fue un final taquicárdico, emocionante, digno de la mejor película de suspense. Massa entra en meta y le dicen que va a ser campeón, en Ferrari se abrazan emocionados y su familia estalla en lágrimas. Vettel había pasado a Hamilton a tres vueltas del final. El inglés era sexto y no podía con el alemán. Pero el incomprensible hundimiento de Glock con su Toyota, que nunca sabremos si fue producto de la intención del germano de hacerse amigo para siempre de Lewis, o de algo muchísimo peor, termina por entregarle el Mundial al piloto británico de McLaren. Los Massa y el equipo italiano en pleno entran en la más profunda de las desdichas.

En la penúltima vuelta el piloto de la escudería japonesa estaba 13,2 segundos por delante del Toro Rosso y del británico. En la última perdió de golpe 18,6 segundos. Es más, lo hizo descaradamente mal después de aguantar con ruedas de seco el tramo intermedio de la pista, el más húmedo, delante del trío que formaban Kubica, el Toro Rosso y Lewis. El polaco fue el causante, al desdoblarse, de que Vettel pasara al inglés.

Al final del sector intermedio, Glock se echó a la derecha y Vettel y Hamilton terminaron por adelantarle a dos curvas del final del campeonato. Iba tan lento que parecía un doblado. En un desahogo increíble, Timo dijo al final que el coche no se podía pilotar: "Era inconducible, llevaba neumáticos de seco. Faltó poco para que Massa fuera campeón, pero para mí ya no era posible contener a Hamilton. Pido disculpas a los brasileños".

La vuelta anterior, con esos mismos compuestos, sólo fue tres segundos más lento que el Toro Rosso y el McLaren. ¿Dejó Timo que le pasaran o fue un acuerdo entre escuderías previo a la salida? En la última vuelta resulta curioso que Jarno Trulli hiciera exactamente el mismo tiempo, 1:44. Como si desde el box hubieran frenado sus propios motores en el mismo tramo final para evitar posibles suspicacias.

Antes de bajarse del coche, Hamilton recibió la más que cariñosa felicitación de Glock y se fue lanzado a abrazarse son su familia. Ya tiene su primer título, por los pelos, por un punto frente a un Massa que firmó la mejor carrera en mojado de su vida.

Ganador más joven.

Es el campeón más joven de la historia y se lo arrebata a Fernando Alonso. El asturiano volvió a dejar claro, también en Interlagos, que es el mejor piloto de la Fórmula 1 actual. En la salida le pasó Vettel, pero tres curvas después se aprovechó de la batalla del alemán con Kovalainen para adelantar a Heikki. En la reanudación, el finlandés le acosó ayudado por la velocidad punta de su coche, pero el campeón español aguantó con fuerza. Dejó de llover, y Renault y su piloto estrella acertaron, como Ferrari con Massa, en cambiar a seco de los primeros. Los rivales de plata se equivocaron en su sobreprotección de Hamilton, ya que metieron a Kovalainen como cobaya y a su líder una vuelta después. De regreso a la pista, el inglés pasó de la cuarta a la séptima posición. Perdía el título en esos momentos. Delante tenía, en cualquier caso, dos rivales accesibles, al Force India de Fisichella y a un fallón Jarno Trulli. Más arriba el podio lo ocupaban entonces Massa, Vettel y Alonso, seguidos de Raikkonen, perjudicado por entrar más tarde a los boxes.

En otro acierto táctico la escudería francesa, echó gasolina en esa detención y eso le permitió al ovetense ir cinco vueltas más largo que el brillante Sebastian para la segunda y al final última parada. Sus tiempos con 95 kilos de gasolina a espaldas del alemán fueron soberbios, y sólo se le escapó siete segundos. Una vez conquistada la segunda plaza el enemigo fue Kimi, que se reencontró consigo mismo y se colocó pegado a su alerón trasero. La lucha duró hasta el final, pero el finlandés no pudo pasarle y Fernando volvió a dar otro toque de atención a Luca di Montezemolo.

Ferrari, más cerca.

El podio era un funeral. Alonso no estaba contento con perder el honor de ser el más joven de la historia, un abatido Massa no cesaba de llorar en lo más alto del cajón y agradecerle el apoyo a sus incondicionales. Lo positivo para la estrella española es que, pese a que Ferrari ha ganado en constructores, la derrota de pilotos acentúa la necesidad de fichar un líder que devuelva a la escudería italiana el trono. El trueque de Fernando con Raikkonen podría estar más cerca.

Nada más acabar la carrera, el piloto de Renault tuvo el bonito detalle de ir al box de McLaren a felicitar a Hamilton. Un poco al estilo de Schumacher en 2005 (pero sin cámaras), le dijo a su ex compañero: "Well done, well done" ("bien hecho, bien hecho"). A lo que el británico, encantado, le dio las gracias: "Thank you so much".

Hamilton ya tiene el título mundial que tanto deseaba y que ha conmocionado Gran Bretaña, pero ahora le queda lo más difícil, ser el bicampeón más joven. Especialmente si delante tiene a un piloto como Alonso, que, con un R28 ha sumado dos victorias y un segundo puesto en la recta final. Ayer, con la octava vuelta rápida.

Ha sido el mejor, con 48 puntos, de las ocho últimas carreras. Cinco más que Massa y ocho que Hamilton, un piloto que ha llegado a lo más alto con una victoria menos que su gran rival y un quinto puesto final logrado con un coche casi parado a un lado de la pista.