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Fórmula 1 | GP de China

Ferrari no le dará tregua al 'poleman' Hamilton

El británico firmó la primera plaza en parrilla, delante de Kimi y Massa, que intentarán pasarle en la difícil primera curva de Shanghai. Alonso, de nuevo brillante cuarto, puede ser el gran beneficiado de esta lucha

Carlos Miquel
<b>DICHOSA CORTESÍA. </b>Ésa es la sensación que transmite con su gesto Felipe Massa, decepcionado con su tercer puesto en parrilla, al darle la mano a su rival de McLaren.

A Ana Elena Massa, la madre de Felipe, las lágrimas se le escapan mientras reza en una esquina del box de Ferrari por su hijo. Es la última vuelta de la calificación. En Shanghai los corazones de su hijo y de Lewis Hamilton galopan a doscientas pulsaciones por minuto. En su primer intento, el inglés se pegó varias derrapadas de impresión que le costaron ocupar momentáneamente la quinta plaza de la parrilla, con su gran rival justo delante y Kimi primero. Pero en la tentativa última, Lewis controló al fin sus impulsos y sumó su séptima pole del año. El brasileño de Ferrari dio una vuelta discreta y se quedó tercero, pese a los rezos de Ana Elena.

La estrella británica se bajó del coche con una discreción poco habitual en él los sábados, y su padre Anthony ni siquiera apareció esta vez para felicitarle y armarla. Había que ahuyentar los fantasmas de Fuji y evitar las fiestas antes de tiempo que tan mal le han sentado en el pasado a Lewis.

Ahí está la pole de este año de Canadá, que terminó con un accidente estúpido en la línea de boxes, o la de Hungaroring, circuito en el que Massa le adelantó magistralmente mientras su rival se dirigía a la primera curva pagano de sí mismo. Esta temporada sólo ha podido traducir en victoria sus primeras plazas en parrilla de Melbourne y Hockenheim. Dos de seis, aunque en Spa perdió el triunfo por una sanción. El joven británico puede romper hoy esa pequeña maldición de las últimas carreras y, de una tacada, ganar su primer título si le saca seis puntos a Felipe. Es decir, si gana y su rival termina quinto o peor. Es posible que cuando lea estas líneas ya sepa el resultado porque la carrera se inicia a las nueve de la mañana, hora peninsular.

Pero no lo tendrá fácil, porque los Ferrari le van a plantear batalla desde la retorcida primera curva de Shanghai, ese gancho a derechas al que se llega a toda velocidad y se bajan marchas en plena frenada. Raikkonen sale justo a su lado y no tiene nada que perder, y ya sabemos cómo se desestabiliza el británico si alguien le intenta adelantar...

El gran beneficiado de esta batalla por el título puede ser Fernando Alonso, que volvió a volar en su último intento hasta la cuarta plaza de la parrilla, apenas tres milésimas por delante del McLaren de Kovalainen. Para desilusión del mánager del finlandés, que sigue viendo la carrera en su antiguo equipo francés porque no aguanta el forofismo de plata. Esta vez el Renault no es tan competitivo en su ritmo por vuelta, lastrado por el último sector y la importancia del motor en este circuito. Piquet se quedó fuera de la Q3, aunque la avería de motor de Webber (penalizado diez plazas) le ha permitido salir décimo y muy largo de combustible.

De hecho, en su equipo creen que Fernando parará más pronto que nadie, mientras que en Fuji iba dos vueltas más largo que los pilotos que le precedían. Pero el asturiano está ahí. Aunque Heikki fue el más veloz en la Q2 y debería adelantarle en boxes porque lleva más carga de combustible, la estrella española es el primer candidato del resto a subir al podio.

Para empezar, es un maestro en adelantar por fuera en la primera parte de la curva uno, que le permite llegar por el sitio bueno al segundo viraje. En 2007 pasó así a Massa, pero éste le dio uno de sus habituales toques y se quedó frenado a la salida de la curva. ¿Qué pasará esta vez en el laberinto chino?