Hamilton es Mr. Pole y Alonso salió cuarto

Lewis Hamilton sumó ayer su sexta pole del año y se convirtió así en el poleman de la temporada. Tiene una más que Massa. Además de la de Japón fue el más veloz en Australia, Canadá, Alemania, Hungría y Bélgica. En dos temporadas ha sumado once primeras plazas en parrilla. Ha conseguido el mejor tiempo en calificación en el 30% de las carreras que ha disputado en F-1. Aupado en su agresividad y en el actual sistema de calificación a varios intentos (suele fallar en el primero, como pasó ayer en Fuji). De la Q2 a la Q3 el coche cambia mucho su comportamiento por el mayor peso y al inglés le cuesta adaptarse. Pero, una vez adaptado, suele tirar de su enorme talento a una vuelta para rondar la pole.

Al inglés no se le puede contar la primera posición desde la que salió en Hungría 2007 porque no la ganó en la clasificación oficial del sábado, sino que la consiguió de rebote por una decisión incomprensible de los comisarios, que sancionaron a Alonso. Su porcentaje de éxitos es el más alto, pero aún no se puede comparar con el de otros pilotos, por sus pocas carreras y porque ninguno de los grandes de la historia ha disputado todas sus carreras con el mejor coche en calificación de la parrilla.

Hamilton repite este año en Fuji después de que en 2007 su entonces compañero saliera a su último intento con las presiones defectuosas. Su único problema podría ser a priori en la carrera, que se habrá disputado cuando lean estas líneas, por el enorme desgaste al que somete sus neumáticos con su pilotaje. En esta ocasión, el rival de Ferrari no fue Massa, que estuvo muy fallón en su último intento y se vio abocado a salir de la quinta plaza de la parrilla. El brasileño alcanzó la perfección en Singapur, con una vuelta estratosférica. Ayer fue el más veloz con depósitos vacíos, pero se quejó del comportamiento del coche con carga de carrera: "He sido el más rápido del día, pero en el momento equivocado. Con peso nunca encontré la adherencia que me esperaba".

Un resucitado Raikkonen fue el que llevó las operaciones rojas y llegó a ocupar la pole provisional antes de la última tentativa. Y con un criterio distinto, decía que el coche iba mejor con peso. Mientras que Alonso tuvo una calificación no exenta de problemas en la Q2, pero que terminó con final feliz, una cuarta plaza por encima de lo esperado.

Al principio, en la Q1, comenzó por detrás de Piquet, y se quejaba de exceso de sobreviraje y falta de estabilidad en frenada. Lo superó, pero con una exigua novena plaza. En la segunda parte estaba décimo antes de su último intento, pasó octavo. Después, sus reglajes eran tan de carrera que el coche mejoró para la Q3. Estaba séptimo en su primer intento. Llegaron los minutos finales y Fernando rondó la vuelta perfecta, sobre todo con un último sector excepcional. Se puso tercero y sólo el ataque final de Kovalainen le arrebató esa plaza por apenas 31 milésimas. Esta cuarta posición no es producto, además, de una descargada. Tras la calificación en Renault creían llevar un par de vueltas más que Hamilton o Kimi.