El agua será un molesto invitado

Ser el pionero te coloca en el disparadero. Si sale bien, las alabanzas serán exageradas, pero si algo falla las críticas te aplastarán. Ésa es la situación del GP de Singapur y, por ende, de su gran valedor, Bernie Ecclestone. El primer gran premio nocturno de la historia de la F-1 tendrá un compañero tan previsible como no deseado: la lluvia.

Los pronósticos anuncian condiciones tropicales y húmedas. Desde el sábado dan más de un 70% de posibilidades de lluvia. Y no sólo eso. Si atendemos al propietario de Force India, Vijay Mallya, residente habitual del país asiático, el líquido elemento parece seguro: "Allí llueve cada noche. No hace falta que reces para que llueva, ella ya viene por sí sola".

Esta circunstancia preocupa a los equipos que no pueden prever nada, como afirma Mario Theissen, director de BMW: "Lo único que queda por conocer es si las luces se reflejarán sobre la pista en caso de lluvia. Pero eso no lo descubriremos salvo que la carrera se desarrolle con la pista empapada". Y lo confirma su piloto, Nick Heidfeld: "La lluvia combinada con las luces artificiales es una formidable incógnita".

Por si fuera poco, De la Rosa avisa: "Es un circuito 100% urbano con todo lo que implica. Por eso, Bridgestone apostará por sus compuestos más blandos en previsión de una adherencia muy baja".

Además, de los veinte pilotos tan sólo Timo Glock, una vez, y Bourdais, muy acostumbrado tras sus cinco años en la Champ Car, saben lo que es correr de noche. Para el resto será una novedad a la que añadirán tener que competir a una hora en la que normalmente están descansando.