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Fórmula 1 | GP de Bélgica

Alonso exhibe su pilotaje en un trazado húmedo

Marcó el mejor tiempo de la tarde en Spa sobre un circuito delicado y gracias a un extraordinario segundo parcial. Hoy, en la calificación, se espera agua y puede volver a brillar. Massa fue el más rápido en seco

Carlos Miquel
<b>GRAN RENDIMIENTO. </b>Fernando Alonso olvidó el fin de semana de Valencia y brilló a gran altura en los entrenamientos libres de Spa, sobre todo con la pista mojada.
reuters

Imagínense por un momento el placer de pilotar en Spa. Lo que sintió ayer Fernando Alonso. El cielo encapotado, el silencio del bosque, la soledad frente a la pista. Sale de La Source, el ángulo de final de recta. Pisa el acelerador a fondo, el R28 se encabrita y vuelve a cruzarse, primera, segunda, tercera Inicia la bajada que se hace estrecha como el final de un túnel hacia Eau Rouge, el terrible cambio de nivel que hay sobre el arroyo del mismo nombre. Alonso se estremece: "Vienes de una bajada a 310 km/h y de repente tienes que subir por una pared de un 12%, notas como tu cuerpo se comprime hacia abajo y te quedas pegado literalmente al asiento. Es una sensación única, que no la vivimos en ninguna otra curva del Mundial". Y se queja: "Esto es lo que nos queda de Eau Rouge, que con estos motores es a fondo fácil, no es un desafío a la hora de pilotar y se ha quedado sólo en las sensaciones".

Sobrevuela el Raidillon y sigue su camino a Les Combes. Allí llega a 317 km/h, Kimi a 324 km/h. Una diferencia de motor brutal. El asturiano intenta remontar en la tremenda bajada que se inicia hacia la redonda de Rivage. Se encuentra humedades, chispea en esa zona, el piano está mojado y Raikkonen se ha salido hace sólo unos minutos en la frenada de la curva nueve, destrozando la parte trasera de su Ferrari. También Fisichella, sobre el aceite del F2008. La pista está difícil, hay que improvisar y comienza entonces el tiralíneas marca de la casa. Vuela en Pouhon con un ligero contravolante y pisa lo justo los arcenes en Fagnes para marcar el mejor tiempo intermedio de la segunda parte de la pista, la más de piloto: 47.0. Lleva ruedas duras y veinte kilos. De ahí a atacar sin respiro la velocísima Blanchimont y frenada a fondo en la actual y descafeinada Bus Stop. Mejor tiempo de la segunda sesión de libres.

Ataca Massa, en el primer parcial, el de motor, le endosa cuatro décimas. Va camino del mejor tiempo. Pero no baila igual en el sector intermedio, se queda a medio segundo del asturiano y termina la sesión tras él. A cincuenta milésimas. Lo intenta Hamilton, que se cuela en la zona con humedades. Hoy se espera también la aparición de lluvia fina e inconstante para la calificación y en esas condiciones la estrella española puede armarla. Nadie es tan competitivo en una pista cambiante. Para el domingo hay una probabilidad de lluvia escasa, de sólo el veinte por ciento.

En seco Fernando tampoco va nada mal. Durante la segunda sesión tuvo el quinto tiempo de manera regular, conseguido con 50 kilos en el depósito, antes del ataque final. Y por la mañana, sin humedades, también era quinto, a espaldas de los dos Ferrari y los dos McLaren. Ese es el tiempo que figura en el acumulado del día, a 874 milésimas del todopoderoso Ferrari de Massa.

Fernando está en la lucha por ser el primero de los mortales en la parrilla y la facilidad con la que ruedan los coches rojos hace pensar en un posible doblete suyo. Hamilton realizó severos contravolantes todo el día y no se le vio cómodo en ningún momento. Vettel, séptimo, lució sus dotes en cuanto huele la lluvia. Y los BMW estuvieron desaparecidos. A la escudería alemana le falta ambición. Fue una jornada repleta de derrapadas por la falta de adherencia de los neumáticos con la pista fría. Esta vez se impuso el talento Que no decaiga.