Los simuladores, claves para preparar Valencia

Afrontar un reto desconocido coloca a los que son mejores en posición de ventaja. Ese plus de superioridad se lo da su talento natural. Por eso la llegada de un circuito nuevo a la Fórmula 1 debería ser este año motivo de esperanza para Fernando Alonso. Sin embargo, aunque es cierto que ninguno de los veinte pilotos de la parrilla ha rodado sobre el espectacular trazado urbano, no todos parten de cero.

Esa ventaja inicial la proporcionan los simuladores que recrean al 95% la sensación de una prueba real. Pero no todas las escuderías cuentan con uno en su poder. En el caso de Renault, el propio Alonso explica cómo ha preparado el gran premio: "No tenemos ningún simulador con ese tipo de posibilidad para el aprendizaje de un circuito. Yo sólo dispongo de grabaciones, fotos y un amigo que estuvo en la F-3. Hizo una vuelta con un coche de calle con una cámara de vídeo para conocer la pista". En la misma situación están los pilotos de BMW, Toyota y Force India. Su única opción ha sido alquilar un simulador de una empresa privada para usarlo en jornadas sueltas. Un día en el caso del asturiano.

Los otros seis equipos sí disponen de un aparato que recrea el urbano de Valencia con todas sus variantes excepto algún detalle, como explica Webber, piloto de Red Bull, que también cede su simulador a su hermana Toro Rosso: "Te dan una idea de cómo será el circuito, pero los ordenadores no saben donde hay baches. Para saber cómo se comporta el coche y el 'grip' hay que dar tres vueltas a la pista real y empezar desde ahí".

Honda también dispone de este dispositivo que en los últimos días no ha parado de funcionar. Jenson Button lo ha exprimido: "He pasado un montón de tiempo en él y ha sido vital para aprenderme el circuito. Con un simulador no recibes la completa sensación del coche, pero te acomodas a las distancias y los puntos de frenado".

En esta lucha tecnológica, Ferrari se ha quedado atrasado y, por eso, ayer mismo se anunció que la empresa Moog de Nueva York (EE UU) ha recibido la petición de la casa del cavallino para producir un aparato de nueva generación e instalarlo en la sede de Fiorano sustituyendo al antiguo. Moog se dedica a la producción de sistemas de defensa, maquinarias para aviones y naves espaciales. Ahora, en Maranello, tendrán que convencer a Raikkonen, poco dado a utilizar estas ayudas externas.

Los dos últimos equipos, McLaren y Williams, son los que se hayan en la cúspide de los simuladores. Hamilton y Kovalainen cuentan con uno avanzadísimo del que Alonso dijo el pasado año: "En Renault teníamos una PlayStation". Por eso, en el McLaren Technology Centre, sus dos pilotos han preparado a tope el GP de Europa. En Williams, Rod Nelson, ingeniero de pista de Alonso en su segundo Mundial, explica el proceso: "Hicimos mapeos del circuito hace meses y hemos creado un mapa aproximado que instalamos en nuestro simulador. Así vemos los niveles y las opciones de frenado y el desgaste o en qué tipo de demandas pondrá la pista a los neumáticos".

En resumen, la utilización de un simulador hace que la novedad no sea tanta. Aunque no todos lo utilizan igual. En un dispositivo en el que cualquier mortal, incluso algún piloto, saldría muy mareado a las pocas vueltas y con serios problemas para no vomitar, hay dos leyendas que hablan por sí solas. Raikkonen, cuando le obligan a usarlo, se entretiene matando mosquitos contra la pared de la cabina en pleno funcionamiento. Y aún mejor es el relato de un mecánico de Williams cuando recuerda a Montoya: "Podía estar horas metido en él. Eso sí, mientras lo hacía mantenía largas conversaciones a través del móvil". Genio y figura el colombiano.